Un solo dato basta para confirmar las posibilidades empresariales que tiene la copropiedad: se estima que solo en el sur de Europa hay 18 millones de viviendas que se habitan un 15% del tiempo. La titularidad compartida de un bien inmueble es un modelo en auge que ahora va un paso más allá explorando el territorio de los inmuebles de lujo. Ibiza y Formentera han sido las dos localidades elegidas por la proptech española Vivla para comenzar su andadura en este incipiente nicho de la copropiedad de segundas residencias exclusivas. Tras cerrar una ronda de financiación de 26 millones de euros, la apuesta es decidida. Su llegada «supone la profesionalidad de la copropiedad. Hasta ahora se había hecho de forma casera, es un régimen inmobiliario que tenía limitaciones y hemos superado legalmente», resalta Carlos Gómez, CEO y cofundador de la compañía, junto con Iván Rodríguez y Carlos Floria. Estos tres emprendedores con experiencia en el mundo inmobiliario creyeron que «tenía sentido apostar en esta idea, era una buena oportunidad de crear una startup innovadora. Se puede aplicar el modelo sobre cualquier tipología de activo», añade.
Para su salida al mercado han elegido dos propiedades exclusivas, valoradas entre 2,4 millones y 3,4 millones de euros cada una, que se comercializan en fracciones de 1/8 mediante una inversión desde 300.000 euros. De esta forma «ampliamos al 15% el rango de población que puede invertir en inmobiliario de lujo», indica Gómez. Cada propietario disfruta de la casa seis semanas al año, dos de ellas en temporada alta. «Queremos que los propietarios se sientan como en casa y uno de los servicios que se ofrece es el de guardar sus cosas en un trastero para que la vivienda se acomode a su gusto antes de su llegada». Además, por 4.000 euros al año cubre todos los costes de mantenimiento de la propiedad.
Propiedades de entre uno y cuatro millones
Vivla prevé invertir 100 millones de euros en la compra de 40 propiedades en los próximos dos años, en destinos tan relevantes como Marbella, Costa Brava, Costa Blanca, Formentera, Ibiza (donde se encuentra la vivienda de la imagen), Sotogrande y Baqueira Beret, que irá ampliando a otras zonas de alto valor. El precio de las viviendas oscilará entre un millón y cuatro millones de euros. La startup ya ha cerrado una ronda de financiación de 26 millones para impulsar su negocio.
«La receptividad está siendo muy buena, el cliente no había pensado antes en este modelo, pero le parece muy sensato», reconoce el CEO. Su modelo de negocio implica generar una sociedad por cada activo, una S.L., «que es la dueña de ese activo y los compradores son propietarios de acciones. Hemos desarrollado unos estatutos que simplifican todos los posibles problemas que puedan ocurrir y Vivla es el garante», explica Gómez. Los inmuebles elegidos representan «las mejores oportunidades en el mercado», puntualiza. Su equipo de arquitectura evalúa la vivienda en base a cincuenta criterios para detectar las casas que cumplen con nuestro baremo de calidad». Se comprometen a poder revender la propiedad cuando los propietarios quieran, «y necesitamos que tenga una buena rentabilidad. Al ser administradores tenemos que pensar en el ciclo de vida del activo», reflexiona.
Costa del Sol
Este modelo de negocio lo lanzó en 2020 la norteamericana Pacaso y tras cinco meses en el mercado alcanzó el estatus de unicornio, estando ahora valorada en 1.500 millones. Este año ha aterrizado en nuestro país, donde ya tiene a la venta tres propiedades, todas ellas en Marbella. «Investigamos mucho y determinamos que España, concretamente la región de la Costa del Sol, era uno de los principales destinos de segunda residencia del mundo. Es un lugar muy deseable para tener una segunda vivienda, con más de 320 días de sol al año, gente cálida y casas impresionantes, todo ello con el telón de fondo de las montañas y el mar», indica Ignacio Alonso, director de relaciones corporativas en Pacaso Europa.
Ya han recaudado más de 215 millones de dólares en financiación y durante su primer año vendieron más de 400 viviendas y reservaron más de 20.000 noches de estancia a propietarios. A la hora de señalar los motivos por los que triunfa su modelo, Alonso subraya que «hemos detectado que el elemento clave es la flexibilidad, es decir, a los propietarios les permite “dimensionar” su propiedad, y adquirir desde un octavo hasta la mitad de la vivienda, dependiendo del uso que piensen darle y sus necesidades». Su futuro en España pasa por «ir creando una cartera de segundas viviendas de lujo que irá creciendo en los próximos meses y, cuando sea el momento adecuado, cubrir más destinos del país».
