Los datos son reveladores: se estima que una de cada seis personas tendrá un ictus a lo largo de su vida, es actualmente la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y representa la segunda causa de mortalidad, siendo la primera en el caso de las mujeres, de manera que cada año afecte a unas 120.000 personas en España, provocando la muerte o una discapacidad grave en un porcentaje elevado de los casos.