'Bajo el silencio' es un documental de Iñaki Arteta, dedicado a las víctimas del terrorismo etarra. Se ha proyectado en cines de Getxo (Vizcaya), Vitoria, y otros puntos de España sin ningún incidente, pero la izquierda radical independentista llamó a boicotear su presentación en Tarrasa (Barcelona), este lunes. Finalmente, el acto, organizado por Asociación por la Tolerancia y Sociedad Civil Catalana (SCC) se desarrolló sin incidentes pero, ante este intento de cercenar la libertad de expresión, Arteta critica: «el independentismo se ha dedicado a acosar y perseguir a los no nacionalistas. En el País Vasco y ahora en Cataluña. Aunque no pilla de sorpresa, es bastante desagradable».
En conversación con ABC, el cineasta subraya: «No puede ser que limitemos los espacios de expresión libre en nuestro país porque a unos borregos les parezca una invasión que proyecten una película en su pueblo».
Arteta se anima a denunciar el señalamiento para evitar normalizarlo. «No entiendo que esto ocurra, sobre todo de cara al público, que se retrae de acudir ante amenazas así, y al final le das ventaja a los independentistas, y a los boicoteadores en general».
Un agente de los Mossos d'Esquadra en el exterior del cine de Tarrasa (Barcelona)
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ADRIÁN QUIROGA
A través de redes sociales ha recibido amenazas. «No de muerte, pero sí nos decían que pretendían asustarnos, que sobrábamos allí, y que la película es una españolada», relata, y añade: «Es ese tono amenazante del nacionalismo, que quiere quitarse de en medio cualquier expresión disidente o que no concuerde con lo suyo», reprocha. Gran parte del film se dedica a indagar, «en la propia voz de los terroristas que han estado en la cárcel», cómo es en la actualidad el País Vasco, después del cese de la actividad terrorista de ETA.
«Al final es un espejo de cuál es el fanatismo que les ha llevado a hacer lo que han hecho durante tanto tiempo, y ahí se verán reflejados muchos catalanes independentistas. No hay nada que justifique lo que han hecho, pero hay una pulsión narcisista, supremacista y violenta que es común en ambos casos, en el catalán y en el vasco. Los vascos llegaron más lejos y dejaron un reguero de sangre en nuestro país, pero en el fondo hay simpatías entre los nacionalistas vascos y los catalanes», apunta. No es la primera vez que tratan de amedrantar a Arteta. Él mismo recuerda que hace 20 años, con la proyección de su primera película, un grupo de 20 personas se plantó ante el cine de su pueblo para tratar de boicotear el acto. «Eran historias de víctimas vascas y perseguidos. Aguantamos dentro hasta que la Policía tuvo a bien situarse en las puertas», recuerda.
Silencio del cine
El mundo del cine ha guardado silencio ante la nueva muestra de acoso de los radicales antisistema contra Arteta. Con buena parte del sector enfrascado en la disputa abierta con el Gobierno de Pedro Sánchez –por la aprobación inminente de la Ley audiovisual que pone en riesgo la supervivencia de las producciones independientes–, y el resto de la industria engalanada en el Festival de Cannes, parece que han dejado de lado a un compañero de profesión que, una vez más, es atacado desde grupúsculos de extrema izquierda.
La Academia de Cine, por su parte, ha preferido no pronunciarse sobre el acoso que ha sufrido el cineasta. La institución está en un periodo de transición hasta las elecciones del próximo 4 de junio y no emitió ayer ningún tipo de comunicado.
