El mundo de las sillas plegables es muy amplio; casi podemos afirmar que existe una pensada para cada momento, para cada plan, para cada estilo de jardín y para cada tipo de persona.
Puede ser que busques una silla plegable para poder tener en tu jardín todo el verano y recogerla cuando se acaba la temporada. Una silla en la que priorices la estética sobre otras características como el peso o la facilidad de transportarla porque realmente no vas a moverla mucho. En ese caso, te gustará que combine con los muebles de tu terraza o de tu jardín, que resista a la intemperie, que sea cómoda para usar todos los días y que al plegarla puedas guardar varias juntas sin que ocupen mucho espacio.
Por el contrario, si lo que buscas es una silla plegable para llevar a todos lados, te importarán más otros atributos como, por ejemplo, cuánto espacio ocupa una vez plegada o si resulta cómoda de llevar y manejable. La elegirás en función de si es o no ligera, si tiene asas, si es lavable o cuánto permite reclinarla. Así, podrás usarla para muchos tipos de planes distintos durante todo el año, especialmente en verano.
En ambos casos es importante también pensar qué tipo de uso le vamos a dar y quién se lo va a dar. Es decir, ¿vamos a quererla para tomar el sol principalmente? ¿vamos a usarla en planes de comida con amigos y familia al aire libre? ¿buscas una silla que no sea muy bajita porque es para alguien que no puede moverse fácilmente? Dependiendo de esto hay sillas más altas, más bajas o casi a ras del suelo, sillas sin reclinado o sillas que se tumban del todo, sillas que caben en cualquier rincón del coche y que te sacan de un apuro, o sillas que puedes llevar casi a cuestas allá a donde vayas.
Seguro que con todas estas pistas, tienes un esquema más claro de qué tipo de silla plegable necesitas y qué características te importan más a la hora de elegirla. El buen tiempo ha llegado para quedarse y te proponemos estas cinco sillas plegables que podrás incluir en tu check list de imprescindibles para llevar siempre contigo.
