Por sus múltiples beneficios económicos y ambientales y ser una oportunidad de negocio, Grupo Simsa está desarrollando un plan para “entrarle con todo” al gas natural licuado (GNL), formando un paquete que incluye plantas, camiones e infraestructura para el despacho de este combustible, señalaron directivos de la empresa.
“Nosotros como Simsa estamos impulsando mucho el GNL, y ya como empresa de energéticos vimos en Sitrak una oportunidad de negocio muy interesante porque tiene la configuración necesaria, la red de distribución y el soporte”, dijo Alberto Gonzalo Fernández, gerente general de Mecramotors, empresa creada por Simsa para distribuir los camiones de la marca Sitrak.
Grupo Simsa acaba de arrancar la operación de una planta para generar GNL en Hermosillo, es la primera planta de este gas en México y la de mayor capacidad en Latinoamérica.
La capacidad instalada de la planta es de 150 mil galones al día y expandible a 300 mil galones por día, para abastecer a la industria minera y al transporte.
Detalló que para darle forma a este nuevo negocio, la compañía decidió emprender la construcción de dos plantas para generar el GNL a ubicarse en Hermosillo, Sonora; y Gómez Palacio, Durango.
Además, a finales de septiembre del año pasado tomaron la distribución de camiones Sitrak que operan con gas natural licuado y que son adecuados para recorridos largos.
Adicionalmente, está en proyecto de construcción una planta gemela en Gómez Palacio, Durango, que podría quedar lista al final del año en curso, indicó Fernández.
“Para asegurar el abasto a las empresas transportistas de carga que utilicen los vehículos pesados con GNL, Simsa creará infraestructura para despachar este combustible”, detalló.
Al respecto, el gerente agregó que están en el proceso de preparar una red de puntos de carga que garanticen el abasto en los principales ejes troncales de transporte en el país, a fin de que se puedan hacer los viajes hacia la Ciudad de México y otros destinos sin ninguna complicación.
El uso del GNL genera un ahorro aproximado de 50 por ciento en precio contra el diésel; sin embargo, en el neto es menor el ahorro, alrededor del 25 por ciento, porque para mover el mismo peso se necesita más gas.
Pero hay otro factor que hace atractivo el uso del GNL, destacó Fernández, y es el hecho de que se evita la práctica común conocida como ordeña de diésel, por lo que el ahorro, en el gasto de combustible, es mayor al 25 por ciento.
El transportista que invierte en estos camiones que vienen configurados como “fulles” tiene un periodo de recuperación de 1.5 a 2 años, afirmó.