El vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha realizado este lunes, esta vez en el Parlamento Vasco, una segunda comparecencia sobre la investigación abierta en Bilbao por los crímenes presuntamente cometidos por un joven de 25 años ahora en prisión preventiva y que conocía a sus víctimas a través de una aplicación de citas. Sin entrar en muchos detalles, ha asegurado que los hechos ya conocidos oficialmente desde el 6 de mayo -un asesinato confirmado, dos tentativas con víctimas supervivientes y tres muertes naturales revisadas- han quedado "superados". La única concreción que ha ofrecido Erkoreka es que "se está trabajando con otros cuerpos policiales" tanto de España como "en otros Estados". "Esto no ha pasado sólo en Euskadi. Todo apunta a que los mismos implicados se han movido por otros territorios", ha enfatizado.
"La coordinación va a ser imprescindible", ha planteado Erkoreka, que ha insistido en que "la información ya está compartida" y que "hay herramientas y bases de datos comunes a las que se ha incorporado esta información". También "hay una comunicación bilateral y directa" con las Policía de las zonas en las que las "ramificaciones" son más importantes, aunque no ha entrado a explicar de qué comunidades o países se trata. Este periódico ya conoció que incluso antes de que transcendieran los hechos y dada la movilidad del sospechoso se advirtió a la Policía Nacional, a los Mossos d'Esquadra y a la Policía Foral de Navarra. La orden de busca y captura que pesó en su día contra quien luego se entregó tras verse cercado en los medios de comunicación y policialmente era aplicable al menos al espacio Schengen por la libre circulación en Europa y también es público que el arrestado es natural de Colombia. En su momento, Erkoreka manifestó en una entrevista que el investigado provenía de Bélgica.
Erkoreka ha insistido en que la causa es "muy compleja" y que pesa sobre ella el secreto de sumario. Es más, hay también abierta una investigación sobre las filtraciones desde la Policía. "Dentro de la investigación se pueden dar por probados algunos comportamientos pero, junto con ellos, quedan otros muchos por probar. Es imprescindible dejar trabajar a la Ertzaintza y al poder judicial para poder cruzar con éxito el puente que va de lo que hay que probar a lo que está demostrado", ha señalado el máximo responsable político de la Ertzaintza, que ha realizado en euskera el grueso de sus consideraciones.
Tampoco se ha querido mojar sobre si el móvil de los crímenes -consumados o tentativas- era económico -se ha acreditado el robo de dinero a las víctimas- o de odio -al compartir todos ellos una orientación sexual concreta-. Erkoreka ha pedido "cautela" primero porque la investigación no está completada pero ha recalcado que, si se diera el caso, la Ertzaintza actuaría para aplicar el agravante de odio. Eso sí, ha recalcado un mensaje de "tranquilidad" al conjunto de la sociedad "pero, en especial, al colectivo LGTBIQ+", que está "conmocionado" por lo ocurrido. "Estamos en las mejores manos. Pido confianza en un cuerpo policial que puede exhibir uno de los índices de resolución de casos más alto del panorama comparado. Es más elevado aún en los casos de homicidio, en los que el nivel de esclarecimiento policial de la Ertzaintza es prácticamente del 100%", ha concluido.
