En 1994, un chaval de Cesenatico que aún no sabía que era una leyenda utilizó las rampas del Mortirolo para derrotar a otro que sí era leyenda. No fue un fin de ciclo, pues a la leyenda navarra le quedaban mucho capítulos por escribir, pero si la prueba de que Miguel Indurain Larraya era batible, y de que Marco Pantani iba a llenar muchas páginas de un deporte que le reservaba aún intacta la gloria, el infierno y el cariño de sus fans por muchísimos lustros. Y todo ello aconteció en el Mortirolo, con final en Aprica.
Nunca existirá consenso en una cuestión: cuál es la montaña más dura del mundo. Para algunos será el Angliru, para otros el Zoncolan y para otros el Alpe d’Huez por el ritmo al que se sube. Pero sí hay acuerdo en destacar a algunas elegidas por encima del resto. El Mortirolo es una de ellas. Si no se retira en la jornada de descanso, Mark Cavendish volverá a subir una cima de la que definió en 2008 como “la escalada más dura que he subido nunca”. “Es una salvajada, una puta salvajada, una pendiente increíble que no acaba nunca. Si tengo que describirla en dos palabras diría empinada y larga”, dijo el hombre de Man hace ahora 14 años.
Según cuenta Daniel Friebe en su imprescindible Ascensiones Míticas, no fue el único en rajar de la montaña de los Alpes. El hombre del que nadie habla, el que parece que nunca existió, también le dedicó sus cariñitos al Mortirolo. Y es que Lance Armstrong iba hasta el culo de sustancias dopantes, pero también sufría como todos. “Es perfecta para una bicicleta de montaña. En las partes más duras yo iba en un 39/27, y era doloroso, muy doloroso. El Mortirolo es la escalada más dura que he conocido nunca”, dijo tras reconocerlo para un entrenamiento.
Y es que, a todos los efectos, el Giro 2022 empezará y terminará en Aprica, tras subir y bajar el Mortirolo. Hemos visto cosas en estos 15 días de carrera, pero todo puede cambiar en una cima que ya sorprendió a un tipo que venía de ganar las últimas cinco grandes vueltas que había corrido de forma consecutiva. Ha llovido desde los tiempos de Miguel Indurain, pero la montaña no se ha movido ni un milímetro, y las rampas siguen siendo las mismas.
Se habla solo de los cuatro primeros, pero hay 5 hombres en un minuto, y 7 hombres en dos. Eso es poco para el Mortirolo, si alguien quiere jugar con valentía. Y hay dos equipos llamados a ello: Bora y Bahrain. Ambos cuentan con la baza de Buchmann y Bilbao. Si alguno de ellos se cuela en la escapada buena y obliga a Ineos a tirar Carapaz estará más solo que la una. Por mucho equipazo que tenga, que aunque lo tiene, tampoco es el rey absoluto de la carrera.
Lo único que nos puede chafar el espectáculo es que el Mortirolo está aún lejos de la meta. Quizás es mucho pedir en el ciclismo moderno que alguien arriesgue el sexto o el séptimo puespo de la general por poner en apuros al líder, pero es lo menos que les podemos pedir. Si suben a ritmo a Carapaz nadie le quita el rosa. Y seguramente aumente su ventaja.
Así que la suerte está echada. Probablemente mañana -4 puertos y 5.250 metros de desnivel- se decida el Giro. Queda una jornada monstruosa el sábado, pero los penúltimos días no son para ganar carreras. Si acaso, para perderlas. Y queda, por supuesto, la montaña del miércoles y el viernes, pero ninguna de esas etapas incluye el nombre Mortirolo.
La entrada Aprica y el Mortirolo volverán a ser los jueces del Giro se publicó primero en El tío del mazo.