Allá por el siglo V d. C., sin entrar en más pormenores, Europa se vio invadida por los hunos. En el año 420 un jefe llamado Octar comenzó a reunir a todas las tribus hunas, que se encontraban separadas bajo su mandato, logrando así una especie de confederación de estas. Le sucedió su hermano Rugila que consiguió su total cohesión a las que proporcionó un objetivo común: la derrota del Imperio Romano de Occidente, cuyo ejército comandaba el general Aecio.