El presidente se dedica a presentarse cada vez más intolerante y sube el tono de sus expresiones en contra de quien no comulga con sus decisiones como lo que acaba de decir por el franco rechazo social de traer médicos cubanos: “que se vayan al carajo”. Pero cuidado, no caigamos en la trampa de sus exabruptos, son una más de las patrañas de propaganda para realmente esconder su fracaso en materia de salud, no solo desmanteló el sistema del seguro popular, sino que sus acciones e ineficiencia en esta materia, después de cuatro años, ha dejado al sistema de salud en una crisis permanente de falta de medicamentos y un cada día más mediocre servicio sanitario a los mexicanos, lo de los cubanos es otra más de sus acciones de distracción que ya no permiten tapar su ineficiencia.
Otro ejemplo del fracaso de este gobierno autocrático: la continuación de la guerra en Ucrania por la invasión del ejército ruso mantiene la incertidumbre en la economía global y eleva los precios por el incremento de los combustibles, los granos y los fertilizantes y obvio, tiene repercusiones en nuestro país, pues tenemos, ahora como resultado de una caída de nuestra economía y como consecuencia de su debilidad más lo del entorno mundial, la inflación más alta en los últimos 21 años, y amenazando la recuperación económica post Covid, que con las altas tasas de interés, ahora también frena sin duda cualquier posibilidad real de crecimiento, pero eso no le ocupa ni preocupa al presidente ya que no se visualiza ninguna acción de política económica para tal efecto, lo más que se le ocurrió fue acordar una canasta básica de 24 productos para supuestamente frenar la inflación, cuando bien sabemos que la política monetaria y la responsabilidad de controlar la inflación, a través de sus acciones, es el Banco de México, López Obrador no solo ha hundido con sus acciones y la ausencia de una verdadera política económica al país en este aspecto, sino que no tiene ni idea de cómo encauzar la recuperación económica.
La evidente complejidad de la economía nacional se agudiza por la violencia e inseguridad, ya que manda el mensaje de que en nuestro país hay una ruptura del Estado de Derecho y que el crimen organizado no solo por la violencia que genera (hay al día de hoy más de 121 mil homicidios dolosos en lo que va de este “gobierno “), sino por los actos de extorsión, desalienta la inversión nacional y extranjera en muchas regiones, y que el Estado es incapaz de garantizar la seguridad y de mantener un clima para hacer negocios y proteger la propiedad y la inversión. Esto, obvio, también trae como resultado la falta de empleos y con ello, la amenaza permanente de la pobreza, y en no pocos casos, el caldo de cultivo de esta mano de obra que cae en las garras de la delincuencia por la necesidad de tener un ingreso para llevar a la familia; muchos ciudadanos carentes de un empleo formal y de oportunidades legales para llevar el sustento a sus familias es también, nos guste o no y sin querer justificar, la otra cara de la misma realidad que nutre el círculo vicioso de la inseguridad.
Nuestro país ha mantenido en los últimos años un nivel de crecimiento tan deficiente que no ha permitido dar empleo a los mexicanos que año con año deberían de incorporarse al mercado laboral y ello ha repercutido en el incremento de la pobreza y desigualdad en Mexico, pero aún bajo esta realidad, ha logrado mantenerse a flote gracias al tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, y ello debería de mantenernos en una buena relación de vecindad, pero también de interés por las implicaciones que durante más de 30 años hemos tenido para la inversión, la creación de empleos y el ingreso de divisas, pero López Obrador prefiere distanciarse y acercarse a las dictaduras del continente y ahora en la novena Cumbre de Las Américas, a celebrarse en unos días en Los Ángeles California, manda el mensaje de alejamiento de nuestros socios comerciales y vecinos, sin pensar en las repercusiones que sus actitudes pueden traer a nuestro país en un momento de estancamiento económico, inseguridad, violencia, incremento en la pobreza; cuando el acercamiento ha traído históricamente beneficios y más aún en un momento de incertidumbre global como el que ahora vivimos.
A López Obrador le interesa sólo mantenerse en el poder, ya hemos sido testigos de su ineptitud como “gobernante”, pero sus acciones y actitudes autocráticas no solo exacerban el ánimo social sino que son verdaderamente una amenaza a nuestra democracia y sus instituciones, el deterioro de las condiciones de desarrollo en el país para los mexicanos así lo testifican, pero hay que reconocer que aún falta para enfrentar y derrotar al populismo autocrático, una oposición partidaria unida en su totalidad; existe además la debilidad de una ciudadanía organizada en la sociedad, es decir, que no tenemos aún una sociedad civil sólida, por lo que el reto es trabajar de manera acelerada en ello y mantener un proyecto democrático y de desarrollo para México de cara al 2024.