Un auténtico cortocircuito están sufriendo también las Cuentas municipales, que lo mismo que las familias y las empresas van de susto en susto cada vez que llega la factura, pues tampoco escapan a la subida de los costes energéticos. Con el precio de la luz subido a una auténtica montaña rusa, los carburantes en precios desconocidos y el gas también disparado, los presupuestos de muchos ayuntamientos y diputaciones ya han quedado en papel mojado sin haber llegado a pasar página de la mitad del calendario. E incluso temen que el cuadrante económico dibujado para este 2022 se vea hecho aún más añicos a medida que avance el ejercicio. El impacto es generalizado, aunque en unos casos superior a otros. Y...
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