En diciembre, cuando murió Joan Didion, alguien dijo que fue la escritora que revalorizó la literatura del duelo. En el libro El año del pensamiento mágico, Didion cuenta la historia de cómo su vida cambió con la muerte de su marido, siempre tan de repente como lo es toda muerte, aunque sea anunciada. Es el intento desesperado por entender, por encontrarle cierta lógica, cierta racionalidad a la muerte. También es un intento de no caer en la autocompasión en la que tan fácil nos deslizamos los vivos cuando perdemos a quienes queremos.