Juan Carlos I regresaba este domingo a casa de su amigo Pedro Campos en Sanxenxo y parecía que solo iba a saludar con la mano a los periodistas apostados en la puerta, pero pide al conductor que dé marcha atrás y baja la ventanilla. Entonces una periodista de La Sexta la pregunta:
-Periodista: ¿Qué la va a decir mañana [por este lunes] a su hijo?
-Juan Carlos I: ¿Cómo que qué le voy a decir? ¿Qué le dirías tú a tu hijo?
-Periodista: Supongo que tendrá muchas ganas de verle.
-Juan Carlos I: Hombre, muchísimas.
-Periodista: ¿Le va a dar algún tipo de explicaciones?
-Juan Carlos I: Explicaciones ¿de qué?
Tras esta breve conversación, el vehículo ha arrancado mientras se escuchaba la risa de Juan Carlos I. Y es que el emérito, que lleva todo el fin de semana de regatas en Sanxenxo (con un viaje relámpago a Pontevedra para ver jugar a su nieto un partido de balonmano), está convencido de que no debe dar ninguna explicación de las investigaciones judiciales abiertas por la Fiscalía del Tribunal Supremo.
Aunque todas las investigaciones fueron archivadas, los escritos de archivo son claros: el emérito defraudó a la Hacienda pública entre 30,7 y 54 millones de euros. ¿De dónde procedía ese dinero? De los 64,8 millones de euros que el rey de Arabia Saudí regaló al entonces monarca español.
Nunca hubo imputación formal contra el emérito. La Fiscalía acreditó que el rey era "el verdadero titular" de la cuenta suiza que recibió los millones saudíes. Pero lo que sí ha dejado claro el ministerio público es que el que fuera Jefe del Estado ocultó ese dinero a la Hacienda española. Durante los años que la cuenta se mantuvo abierta, entre 2008 y 2012, la cuota defraudada en cada ejercicio "supera con creces" el tope de 120.000 euros que el Código Penal establece como umbral del delito fiscal.
Sin embargo, lo defraudado entre los ejercicios fiscales de 2008 y 2011 ya ha prescrito, y lo defraudado en el ejercicio fiscal de 2012, el único no prescrito, no es perseguible, ya que en 2012 Juan Carlos I era inviolable. No hay que olvidar, además, que en 2012 el rey donó todo el dinero a su examante Corinna Larsen, así que a partir de ese año técnicamente ya no era suyo.
¿Cuánto ha defraudado Juan Carlos I? La Fiscalía desgranó dos hipótesis en sus escritos de archivo. La primera, que los regalos que recibió de las monarquías árabes fueran gravables como impuesto de sucesiones y donaciones. Entonces dejó de pagar casi 54 millones de euros.
Segundo, que los regalos fueran considerados patrimonio no declarado y, por tanto, debería haber pagado como IRPF unos 30,7 millones de euros. El ministerio público también analizó si el emérito pudo cometer al recibir esos regalos los delitos de cohecho pasivo y blanqueo de capitales. Da igual si los cometió. En esos años era inviolable.
Las polémicas palabras del emérito empañan aún más su visita, teniendo en cuenta que Felipe VI había pedido a su padre que quería que su primera visita a España tras dos años en Abu Dabi fuera lo más discreta posible. Ha sido todo lo contrario. Juan Carlos I se ha dejado ver en todo momento (también ha ayudado los casi 200 periodistas acreditados) en la regata, se ha ido a ver su nieto Pablo Urdangarin a jugar al balonmano, y ha atendido en un par de ocasiones a los medios, aunque sea brevemente.
La exvicepresidenta Carmen Calvo fue la primera en criticar la visita del emérito en su cuenta de Twitter. "Hoy suben las temperaturas en todo el país, gran bochorno en Sanxenxo", ironizó. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, tildó de "calvario" la falta de explicaciones del rey emérito. El portavoz de la ejecutiva federal del PSOE, Felipe Sicilia, insistió en que Juan Carlos I debía dar "explicaciones de lo que ha acontecido y una disculpa".
Padre e hijo se verán las caras este lunes en Madrid, en lo que Casa Real ha calificado como un encuentro privado.