Hugo Chávez institucionalizó el rancho. Le dio carácter oficial, de manera que hoy lo que mejor representa a la República Bolivariana de Venezuela es un rancho. ¡Quién iba a decirlo! Convertimos en adjetivo el nombre de nuestro Libertador para colocarlo entre “República” y “Venezuela” y lo que mejor representa a nuestro país es un rancho. Un rancho en mentalidad, un rancho en educación, un rancho en economía, un rancho en salud, un rancho en cultura, un rancho en seguridad. Un rancho en todos los ámbitos. ¿Qué hubiera pensado de esta “revolución” nuestro Bolívar, amo del valle entre los amos del valle, culto entre los cultos, erudito entre los eruditos?
No podía ser de otro modo, si se toma en cuenta el modelo: Fidel Castro. Sin los Castro, Cuba estaría hoy a la cabeza de Latinoamérica. Después de más de sesenta años perdidos, sin reconocer su estruendoso fracaso y sin modificar su régimen dictatorial, Cuba recibe desde hace varios años y con brazos abiertos las inversiones foráneas. En otras palabras, recibe la economía de mercado, el “capitalismo salvaje”, aunque su pueblo siga con la libreta de racionamiento.
Hoy, con la historia de que un porcentaje accionario de varias de las compañías expropiadas y ranchificadas por el chavismo serán vendidos en la Bolsa de Valores de Caracas, lo que surgen son muchas preguntas y pocas o ninguna respuestas: ¿Cómo van a calcular el valor de esas compañías que desde que se las cogieron han sido inauditables? ¿Quién, en su sano juicio, va a comprar acciones de compañías cuya mayoría accionaria mantendrá el régimen? La Bolsa de Valores de Caracas funciona con las normas internacionales de todas las bolsas del mundo… ¿va a aceptar vender acciones de esas cajas negras? ¿Es esta una manera de seguir controlando ciertos medios – si es que alguna vez en el futuro llegan a ser medianamente lo que alguna vez fueron- en caso de que un evento los saque del poder? ¿Es una maniobra distractiva para que la gente no se ocupe de asuntos más importantes y urgentes, como la Ley de Cooperación Internacional que afecta directamente a las ONG que funcionan en el país? ¿Alguien de verdad cree que -si esas compañías que pretenden introducir en la Bolsa- siguen manejadas por quienes ranchificaron el país, van a dar dividendos? ¿O es otra gigantesca lavadora de dólares? ¿Son todas las anteriores?
¿Por qué no imitar a países como Suiza, Suecia, Noruega, en los que resulta imposible ser pobre, aunque se quisiera? ¿Por qué tiene que ser Cuba el modelo?
El comunismo en el mundo fracasó, principalmente, por tres razones: la primera, porque se igualó a los hombres hacia abajo, cuando la tendencia natural del ser humano es igualarse con el que tiene por arriba. La segunda, porque se trató de cambiar las instituciones, en vez de cambiar al hombre. La tercera, porque cuando a los sindicatos se les puso a controlar directamente la producción de las industrias, se negaron a entregar las ganancias al Estado, ahí se les olvidó la plusvalía, la propiedad social y toda la paja comunista.
Aquí en Venezuela se nos igualó hacia abajo. Ese es el camino que tomó el régimen: hacia el rancho. Claro, porque para igualarnos hacia arriba ni Chávez ni Maduro tuvieron la capacidad, ni el equipo ni las ideas. Y mucho menos la voluntad. Porque su voluntad también es de rancho. También es una manera mucho más fácil de tenernos controlados y dominados. En un país elitista en términos de educación y progreso, ni Chávez ni Maduro hubieran llegado a presidentes.
Por eso se institucionalizó el rancho. Creen que de esa manera se perpetuarán en el poder, como sus alter ego cubanos. Lo peor es que pareciera que van a seguir teniendo éxito, porque con un pueblo que tiene mentalidad de rancho, todo es hablar y hablar. Hablar por hablar. Hablar sin hablar.
Cuando la historia registre el período chavista, no me cabe duda de que el título será “La institucionalización del rancho”. Y tal vez sea hasta peor, porque el chavismo no sólo ha institucionalizado el rancho. También ranchificó las instituciones.
@cjaimesb
La entrada La institucionalización del rancho se publicó primero en EL NACIONAL.