El independentismo ha recibido con escepticismo la revelación de que los teléfonos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, fueron infectados con el 'software' espía Pegasus en mayo y junio de 2021. La mayoría de mensajes han denunciado que la reacción fue muy distinta cuando se supo que los espiados eran independentistas catalanes. A su vez, diversos altos cargos han insistido en la necesidad de que haya una comisión de investigación sobre Pegasus.
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha denunciado la "doble vara de medir" en función de quién es la persona espiada. "Todo espionaje político es de extrema gravedad", ha señalado en Twitter. "Hace días que lo denunciamos sin obtener explicaciones del Gobierno español. Cuando el espionaje es contra las instituciones y el independentismo, silencio y excusas. Hoy todo son prisas. Deben asumirse responsabilidades ya".
El expresident Carles Puigdemont también ha sido muy crítico. "Cuando lo denunciábamos los catalanes no merecíamos tanta consideración", ha expresado el eurodiputado de Junts.
Pese a mostrar su "solidaridad" con Sánchez y Robles, Puigdemont ha criticado al Gobierno en una serie de mensajes en Twitter. El expresident ha expresado su "máxima exigencia" hacia el presidente y la ministra "como responsables por no haber hecho nada hasta el estallido del 'CatalanGate'", el espionaje a más de 60 independentistas también con el programa Pegasus entre 2019 y 2020, entre ellos los cuatro últimos presidentes de la Generalitat.
"La Moncloa ha tenido que esperar a que hubiera una infección con Pegasus en los móviles del presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa para considerar que es un asunto de extrema gravedad y para investigarlo", ha apostillado Puigdemont, que ha querido adjuntar un "poema visual" de su propia factura: "Esp(i)anya [sic]".
El Secretario General de Junts, Jordi Sànchez, también ha reaccionado en Twitter alegando que el espionaje el presidente del Gobierno "no quita ningún motivo" para "seguir pensando" que las "cloacas del Estado" están detrás del espionaje a los independentistas catalanes.
Por su lado, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, otra de las infectadas con Pegasus, también ha criticado la comparecencia del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la ministra portavoz, Isabel Rodríguez. Aunque los responsables del Ejecutivo han apuntado hacia un ataque exterior, Rovira ha desoído las explicaciones gubernamentales y ha optado por tuitear sobre el Gobierno: "Moncloa dice que Moncloa ha sido espiada por la Moncloa con Pegasus que tiene la Moncloa. Las responsabilidades políticas no las tomará Moncloa".
Desde la CUP han cuestionado si el anuncio del espionaje a Sánchez y Robles es una "cortina de humo" para "convertir a los verdugos en víctimas". Así lo ha expresado en Twitter el diputado en el Congreso Albert Botran, que ha pedido una "comisión de investigación urgente" para "esclarecer todos los hechos". Al mismo tiempo, tres miembros del partido espiados por el software han presentado este lunes una querella contra la empresa israelí NSO Group en los juzgados de Barcelona.
Son el diputado en el Parlament Carles Riera; el diputado en el Congreso Albert Botran y el activista social David Fernàndez -exdiputado en la cámara catalana. La querella está motivada por presuntos delitos contra la intimidad, concretamente de descubrimiento y revelación de secretos. El escrito ha sido presentado al juzgado de instrucción número 32 de Barcelona, que ya investiga el espionaje con Pegasus al conseller y expresidente del Parlamento Roger Torrent y en el cual Òmnium Cultural también ha interpuesto una querella por el mismo motivo.