El conflicto entre Rusia, Ucrania y la OTAN ha ocupado un espacio importante en internet durante los últimos días.
A pesar del cariz de la situación, no todos los contenidos tratan sobre ataques, declaraciones políticas o afectaciones, también ha habido lugar para los mensajes de esperanza o de alusión a la pacificación, como el de la mujer entregando semillas a un soldado ruso para que nazca un girasol en el lugar donde fallezca.
Esta flor no fue escogida de manera fortuita por la mujer sino que es uno de los emblemas nacionales de Ucrania además de representar la paz y el orgullo del país en el reciente conflicto que libran con Moscú.
El origen del girasol se remota a 3 mil años antes de nuestra era, en el Norte de México y sudoeste de Estados Unidos y fue llevada al continente europeo por los exploradores españoles, en donde se crearon extensos cultivos en la parte occidental para usarse principalmente como ornamento.
Pero la verdadera comercialización de la planta ocurrió recién durante el siglo XVIII en el imperio Ruso.
De acuerdo con una leyenda de Pedro “El Grande” o Pedro I de Rusia, el destacado zar tomó estas flores en uno de sus viajes a los Países Bajos y las llevó a Ucrania para plantarlas en sus negras tierras.
A partir de esto, la flor se convirtió en cultivo común y en uno de los elementos presentes en las expresiones culturales de los pobladores ucranianos, quienes comenzaron introducirla en sus platillos, la pintura, los trajes típicos y las ceremonias.
El color amarillo de los girasoles representa la fuerza y energía del sol, así como la calidez que emite y cubre al pueblo ucraniano.
También podría llegar a simbolizar la esperanza de vida en el territorio pues luego del accidente de Chernóbil el 1986, las oleaginosas fueron empleadas para extraer el cesio radioactivo de los lagos cercanos contaminados.
Actualmente, el 23 por ciento de la superficie de este territorio se encuentra cubierta con sus colores y su vivacidad, de acuerdo con la Bolsa de Comercio de Rosario.
Además, el cultivo de la oleaginosa está presente en los 24 óblasts (divisiones políticas) de Ucrania y es particularmente intensivo en la región del sudeste donde se concentra más del 65 por ciento de la producción nacional.
