Un parche negro, triangular y medio arrugado cubrirá esta semana el nombre de Rusia en su ‘stand’ del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona. La
guerra en
Ucrania
también está teniendo su ‘eco’ empresarial en la mayor feria de telefonía del mundo, es por ello que, este año, las compañías rusas han aparcado su tradicional patriotismo tecnológico y tratan de esconder lo más que pueden su país de origen.
En un momento de escalada bélica y sanciones económicas sin precedentes, los delegados de firmas como ‘Selecty’, ‘Secret Tecnologies’ o ‘Sigma’ preferían hoy pasar desapercibidos. Otras compañías emblema del país, como la empresa de antivirus Kaspersky, también optaban no hacer comentarios sobre la brutal invasión, que se prolonga desde hace ya cinco días. En cambio, a escasos metros del puesto ruso, las demás delegaciones nacionales, como las de Francia, India u Holanda, lucían con orgullo colores y enseñas nacionales.
Sin banderas
Entre los representantes venidos de Moscú muchos optaban por no mojarse y esquivaban las preguntas de la prensa mientras reivindicaban su «independencia» con respecto al Gobierno Putin. Anton Chuknnov, director de la empresa de ciberseguridad AVsoft, explicaba a ABC que había podido llegar desde Rusia sin problemas, aunque temía por su regreso al acabar el evento. Pedía acabar con la invasión «cuanto antes» y reconocía que aunque las empresas rusas sí habían podido acudir al MWC, la comitiva gubernamental que les acompañaba se había quedado en tierra. Otros empresarios reconocían a ABC que la organización del Mobile les había pedido que no exhibieran banderas en sus mesas. Tampoco en sus vídeos corporativos aparecía ninguna mención a Rusia.
Vladimir y su sobrino, durante el MWC
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M. V.
Sergei Sircov, dueño de otra empresa de seguridad digital, explicaba que sus tecnologías –capaces de detectar personas armadas con inteligencia artificial– estaban pensadas para usos civiles o para luchar contra el terrorismo y que tenía dudas sobre como volver a Moscú después de que la UE decidiera esta semana cerrar su espacio aéreo. Una opción es volver por Turquía, explicaban algunos asistentes
. Otro empresario, que prefirió mantenerse anónimo, reconocía que muchos rusos estaban viviendo la invasión con horror y tristeza. En su caso, explicaba que tenía empleados en ambos lados de la frontera, y anticipaba un futuro hostil para compañías que, como la suya, tienen una vocación «global».
En contraste con el perfil bajo de los rusos que andaban por el Mobile, los pocos ucranianos que llegaron a la cita exhibían con orgullo su procedencia. «Todo el mundo se me acerca y me da ánimos», explicaba emocionado Vladimir, un empresario afincado en Andorra que acudió a la cita ataviado con una camiseta con los colores patrios. «Pese a todo, tenemos que seguir trabajando, es la única forma de ayudar a mi país», añadía. En su caso, ya tenía a media familia enrolada en las tropas voluntarias para defenderse de la agresión rusa. Él, les ayudará desde España mandando suministros, por ahora, busca 'power banks' y cargadores para cuando el servicio eléctrico empiece a flaquear.
