La
Guardia Civil
investiga a una joven enfermera de 25 años como presunta autora de un delito continuado de hurto en una residencia de ancianos de Villajoyosa en la que trabajó únicamente una semana. Los efectos robados, vendidos posteriormente en dos tiendas de compro-oro por 1.000 euros, han sido recuperados en su totalidad y devueltos a sus propietarias, por lo que las tres víctimas no han presentado denuncia.
La investigación arrancó tras el requerimiento de la dirección del centro de ancianos, después de que una mujer de 90 años denunciara la desaparición de dos anillos de oro tras recibir un masaje de manos por parte de la enfermera el día anterior.
La denunciada, que solo estuvo en la residencia una semana, supuestamente abandonó de manera prematura su puesto de trabajo e hizo entrega a una compañera de unos guantes en cuyo interior había dos pendientes de oro. Estos pendientes fueron reconocidos por la misma denunciante como propios.
Tras las pesquisas, la enfermera fue localizada en Madrid, desde donde manifestó telefónicamente su imposibilidad de acudir a Villajoyosa con múltiples excusas. Sin embargo, comentó que podía trasladarse a Granada a prestar declaración.
El 10 de febrero, después de personarse en dependencias policiales de Granada junto a su abogado, se le tomó manifestación en calidad de investigada y reconoció tener en su poder los anillos al haber caído accidentalmente en su bolsillo.
Paralelamente, la dirección del centro comunicó hechos similares sufridos por otras dos residentes que echaban en falta dos anillos, una cadena, una cruz y una esclava, todas de oro.
El análisis de los datos llevó a los investigadores a localizar las joyas en dos tiendas de compro-oro en las localidades de Benidorm y Granada. De la venta, la empleada del centro para mayores obtuvo un beneficio de mil euros. Las diligencias han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción 3 de la Vila.