La economía tuvo un crecimiento récord en la primera mitad de 2021, y luego se desaceleró por la crisis en el sector inmobiliario y los nuevos brotes de Covid-19, entre otros factores.
La economía de China tuvo un rebote de 8,1% en 2021 -la mayor expansión desde 2011 y muy arriba de la meta oficial de "más de 6%"- especialmente gracias al crecimiento récord de las exportaciones (30%), a medida que las personas cambiaban su hábitos de consumo, de servicios a bienes, debido a las restricciones por la pandemia.
La cifra también está mediada por el efecto base de 2020, cuando el PBI creció sólo 2,2%. Si bien es la cifra más baja en tres décadas, China fue la única de las grandes economías que creció en el primer año de la pandemia.
El crecimiento de 2021 estuvo apuntalado especialmente en la primera mitad del año -sobre todo gracias a la resistencia de la cadena de suministro china, en el contexto de las disrupciones globales-, pero comenzó a desacelerarse en el segundo semestre en el contexto de la campaña contra las grandes tecnológicas (como la app de movilidad Didi); los problemas en el sector inmobiliario -uno de los más importantes del país-, especialmente tras la crisis de la desarrolladora Evergrande; los precios de las commodities; la crisis energética y la falta de carbón.
Además, el país ha endurecido su política de Covid cero en la previa de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022 (que comenzarán el próximo 4 de febrero), lo que ha llevado a confinamientos masivos por brotes de las variantes Delta y Ómicron en varias ciudades del país, lo que también generó un impacto en el consumo y la producción.
Algunos de estos factores se evidenciaron en la desaceleración del cuarto trimestre que creció 4%, frente al 4,9% del tercer trimestre. "En la actualidad, la presión a la baja sobre la economía de China sigue siendo relativamente grande, y el crecimiento del empleo y los ingresos de los residentes está restringido", dijo Ning Jizhe, jefe de la Oficina Nacional de Estadísticas, en conferencia de prensa.
En este contexto, el gigante asiático bajó la tasa de interés de referencia, a diferencia de la tendencia de otros bancos centrales como la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, incluso los de América latina.
China tuvo superávit comercial récord en 2021 y las exportaciones se dispararon un 30%
El Banco Popular de China (BPC) recortó la tasa para préstamos a un año en 10 puntos básicos al 2,85%, marcando así la primera reducción desde abril de 2020. También recortó la tasa de recompra inversa a siete días e inyectó al sistema financiero 200.000 millones de yuanes (u$s 31.500 millones) en recursos de mediano plazo.
La decisión respalda la promesa de las autoridades monetarias del país el mes pasado de que actuarían para apoyar la economía tras meses de desapalancamiento que resultaron en una caída del mercado de la vivienda. Pero los analistas proyectan nuevas medidas en el corto plazo.
"El recorte indica que los bancos van a reducir las tasas de préstamos por segundo mes consecutivo", le dijo Hao Zhou, del Commerzbank AG, a Bloomberg. "Las autoridades chinas se inclinan hacia brindar más apoyo anticíclico para proteger a la economía de fuertes vientos en contra, particularmente porque se avecinan los riesgos de Ómicron", agregó.
"El impulso económico sigue siendo débil en medio de repetidos brotes de virus y un sector inmobiliario en dificultades. Por ello, prevemos otros recortes de 20 puntos básicos en las tasas de interés del BPC durante el primer semestre de este año", señalaron los analistas de Capital Economics en una nota.
Más conservador, Nomura dijo en una nota que esperaban otro recorte de tasas de 10 puntos básicos antes de mediados de 2022.
Por otra parte, este año tendrá lugar el 20° Congreso Nacional del Partido Comunista Chino y Xi Jinping está buscando (y probablemente obtenga) su tercer mandato, algo que hasta ahora sólo consiguieron Mao Tse Tung y Deng Xiaoping.