Tras 27 días de trabajo y en tiempo récord, ha abierto la nueva vía de emergencia que conecta de manera más rápida y segura la zona costera de Puerto Naos y La Bombilla con Las Manchas de Abajo y de ahí con el resto de la isla a través de la LP-2.
El consejero Sebastián Franquis y el consejero insular de Obras Públicas, Borja Perdomo, ha inaugurado la carretera, que será crucial para facilitar una conexión más segura y cómoda a los residentes tras devastar las coladas del volcán las antiguas carreteras.
El consejero regional, Sebastián Franquis, ha celebrado la apertura de esta vía, que se vio sujeta a complicaciones por concentración de gases en la zona, que obligó a evacuar al personal en varias ocasiones y que además, se vio en peligro ante la posible llegada de las coladas de lava en medio de los trabajos.
«Estamos ante una obra importante porque conectamos Puerto Naos con Las Manchas de Abajo, una carretera que se ha ejecutado en 27 jornadas de trabajo y que era muy solicitada tanto por el Cabildo como por el ayuntamiento de Los Llanos», ha indicado Franquis. De esta forma, ha quedado habilitada una obra de emergencia para «crear una autentica carretera donde antes había un camino sin asfaltar», una obra que consigue que sea «mucho más rápido y seguro circular por ella» y que era un objetivo «clave» para garantizar la conectividad con esta parte de la costa oeste de la isla, y que estará en servicio para toda la población en los próximos días, a medida que se retiren los puntos de control de la zona de exclusión.
Mapa de la vía de emergencia
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La nueva vía tiene 2,3 kilómetros construidos en tiempo récord desde el 9 de noviembre, aprovechando gran parte de la traza de un camino rústico conocido como Hoya del Verdugo y con una calzada de siete metros de anchura formada por dos carriles de 3,5 metros cada uno, y el sobreancho correspondiente en las curvas.
Con esta actuación de emergencia, coordinada con el Cabildo de La Palma, se habilita una conexión entre la carretera de Puerto Naos, LP-213, con Las Manchas, la LP-211, ya que ambas carreteras se han visto afectadas por las coladas, y permite un acceso más rápido y seguro desde la LP-2 a esta parte de la costa de La Palma y a las fincas de plataneras adyacentes.
La vía abierta hoy se ha ajustado en todo lo posible a una pista de tierra existente en la zona, separándose de esa pista en la zona de la vieja colada del Volcán de San Juan para evitar la afección a un espacio natural protegido y atravesando esta colada, donde no quedaba más remedio por un tramo en que la zona estaba deteriorada debido a la presencia de una antigua instalación de tratamiento de áridos.
El presupuesto de esta obra de urgencia ha sido de 1,7 millones de euros y se adjudicó el día 8 de noviembre a la empresa TRAYSESA.
Una obra llena de retos
Esta carretera de emergencia tenía un plazo de ejecución de un mes cuando se adjudicó el pasado 8 de noviembre, cuando aún estaba activa la erupción del volcán. Sin embargo, no se ha podido ejecutar en el tiempo previsto ya que la presencia de gases y a la irrupción de la colada que arrasó el cementerio de Las Manchas, solamente se pudo trabajar 5 días en el mes de noviembre. Además, al estar dentro de la zona de exclusión establecida por el Pevolca los horarios de trabajo han estado limitados. Una vez que finalizó la erupción y se pudo trabajar con cierta normalidad, se han ejecutado culminado las obras en unas 27 jornadas.
Sebastián Franquis y Borja Perdomo en la inauguración de la vía
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El consejero Franquis informó también de las dos jornadas de trabajo que se van a desarrollar entre el lunes y el martes en la isla para planificar la reconstrucción de las infraestructuras de carreteras destruidas por la erupción, analizar con los científicos que están integrados en el Pevolca los plazos para empezar a actuar y planificar en el tiempo las infraestructuras que hay que desarrollar, algunas de emergencia y otras dentro del plan de reconstrucción de La Palma.
Para el consejero de Obras Públicas del Cabildo de La Palma, Borja Perdomo, la inauguración de esta vía supone un paso en la reconstrucción y en la conectividad, que seguirá con el siguiente desafío que será trabajar por lograr la comunicación entre la zona norte y la zona sur del Valle de Aridane que han quedado aisladas por las coladas.
