El pasado jueves, Sinead O’Connor (55 años) comunicó la desaparición en Tallaght, cerca de Dublín, Irlanda, de su hijo Shane, de 17 años. La cantante, desesperada, contó con la ayuda de la policía y de la repercusión de sus redes sociales, donde pidió ayuda y lanzó un mensaje a su hijo: «Esto de desaparecer así ya no es gracioso. Me estás aterrorizando. Haz el favor de hacer lo correcto y preséntate en la comisaría. Si alguno está con Shane, por favor, contacta con la comisaría».
Varios testigos comunicaron haberle visto el viernes, por lo que se intensificó la búsqueda. A medida que pasaban las horas, temiéndose lo peor, Sinead siguió escribiendo en sus redes: «Shane, tu vida es preciosa. Dios no te dio esa sonrisa tan bonita por nada. Mi mundo colapsaría sin ti. Eres mi corazón. Por favor, no hagas que deje de latir. No te hagas daño...».
Lamentablemente, los peores augurios se han hecho realidad y la policía irlandesa ha confirmado que se ha encontrado el cadáver de Shane en la Bahía de Wicklow. Rota de dolor, la cantante le ha dedicado unas últimas palabras de amor y homenaje a su pequeño: «Mi precioso hijo, Nev’im Nesta Ali Shane O’Connor, la verdadera luz de mi vida, ha decidido poner fin a su lucha terrenal y se encuentra ahora con Dios. Que descanse en paz y que nadie siga su ejemplo. Mi niño, te quiero tanto. Por favor, ve en paz». Las reacciones de sus seguidores han sido inmediatas, enviándole condolencias que ella ha agradecido con una canción de Bob Marley: «Siempre serás mi luz. Siempre estaremos juntos. Nada podrá separarnos», han sido sus últimas y tristes palabras de despedida.
