Paz Padilla no está atravesando su mejor momento. Si hace unos días se convirtió en tendencia por sus disparatadas declaraciones sobre la efectividad de las vacunas contra el coronavirus, los datos de audiencia obtenidos en las campanadas de Mediaset se han convertido en un auténtico quebradero de cabeza.
A pesar de que la gaditana intenta mostrarse fuerte y combativa, fuentes cercanas advierten que se encuentra «fastidiada pero segura» debido a la poca acogida que tuvo el especial que condujo junto a Carlos Sobera y las críticas que les acompañaron. Aseguran que su despeñe mediático no es casual y mascullan nombres propios envueltos en lazos de envidia. No es la primera vez que desde su entorno más próximo deslizan este tipo de conjeturas e instan a hacer memoria para entender la «gravedad» de lo que se presupone. Pura conspiración.
En cualquier caso, su desazón no es cuestión baladí, pues en los últimos tiempos su imagen se ha visto manchada por constantes polémicas. Poco o nada queda de la cuentachistes que arrancaba carcajadas y que era sinónimo de éxito. Defensora de la biodescodificacion, Padilla es de las que sostiene que las enfermedades tienen un significado emocional y que, de alguna forma, ciertas conductas provocan dolencias tan graves como el cáncer.
La bautizan como Paz Pardilla
Acusada por sus compañeros de altiva y petulante, también tuvo que hacer frente a las informaciones que aseguraron que su salida de ‘Got Talent’ fue debida a la mala relación que mantenía con el equipo. Aunque ella se encargó de negar en estas mismas páginas que fuera a ser despedida del concurso de Telecinco, no pasó mucho tiempo hasta que se anunció que prescindían de sus servicios.
En 'Sálvame' su presencia parece causar verdadera incomodidad. Los colaboradores se burlan públicamente de sus argumentos tendenciosos e, incluso, durante la última emisión del ‘Deluxe’, el imitador Josep Ferrer la bautizó como Paz Pardilla. Un apelativo que no pasó desapercibido en las redes sociales donde la legión de haters parece ya un ejército.
No corren buenos tiempos para la humorista que también ha visto como su último proyecto, el concurso 'A simple vista' que se emitió en Cuatro, marcó datos de Sharp paupérrimos, arrastrando a la segunda cadena de Mediaset a índices de audiencia apocalípticos. ABC ha intentado, sin éxito, hablar con la protagonista de este reportaje.
