El entrenador del Real Madrid es demasiado claro cuando se enfada. Ha sido futbolista de alto nivel, ha soportado esas broncas de Capello, se las ha escuchado a Sacchi y ahora las da como responsable deportivo del primer equipo blanco. Normalmente las críticas las hace en la cocina y es diplomático en público. Ayer, en Getafe, echó el rapapolvo en el vestuario y después lo repitió ante la prensa. Es cierto que hubo un penalti de Damián a Marcelo por agarrón que Melero López no señaló y que el VAR tampoco sancionó, pero el italiano no justificó la derrota en la pena máxima. Sus palabras fueron las de un líder que exige a sus profesionales el nivel que habían dado anteriormente para conquistar el liderato en la Liga española.
«Hemos regalado el gol y ese fallo nos costó el partido», reconoció el técnico visitante en el Coliseum. «Tuvimos una reacción en los diez minutos posteriores al 1-0, pero luego perdimos los duelos. Hemos regalado un gol de un jugador -Militao- que ha destacado mucho. Nos hemos quedado de vacaciones un día más». La frase sonó rotunda, nítida, sin equivocaciones por el salto del italiano al español: «El equipo no parecía el de antes de la Navidad, con menos compromiso, con menos autoridad. No merecimos perder, pero fallas una vez y terminas perdiendo. El equipo estaba aún de vacaciones. No quiero excusas, no hemos jugado bien, hemos perdido y miramos adelante».
Es la tercera derrota de la temporada del Real Madrid, tras las sufridas en Cornellá en la Liga y en el Bernabéu ante el Sheriff en la Champions; los cerrojos se le atragantan al equipo blanco, como vimos también ante Cádiz y Osasuna
Ni siquiera el penalti de Damián a Marcelo fue un asa al que agarrarse para tapar la derrota: «No fue determinante (el penalti). Si hubiéramos jugado mejor». Hasta ayer solo había perdido un partido de Liga, en Cornellá, hace tres meses justos. Es el tercer fiasco del Real Madrid esta temporada, pues en el Bernabéu cayó ante el Sheriff en Champions.
Ancelotti estaba molesto porque el sábado vio un gran entrenamiento de sus pupilos que no tradujeron el domingo en el césped: «Después del gran entrenamiento que hicieron vi al equipo con motivación, enchufado y eso no sucedió en el partido. No es crítica, es decir que el equipo ha estado de vacaciones y el entrenador quizá también ha estado de vacaciones». No quiso señalar individualmente: «No hay señalados. Benzema, por ejemplo, no ha hecho un buen partido pero me parece excesivo señalar. No jugamos bien, pero no merecimos perder, tampoco ganar».
Fue una tarde de muchos tropiezos del líder, desde el banquillo al equipo. El «allenatore», en efecto, también se equivocó. Colocó dos extremos a pierna cambiada, Asensio por la derecha y Rodrygo por la izquierda, posiciones que anularon su destreza como extremos. Marco siempre juega por la diestra, pero Vinicius es quien ha roto siempre por el otro lado. Esta vez no estaba Vini Jr. y su ausencia se notó. No hubo velocidad en ataque.
Carlo corrigió el error al sentar al mallorquín en el intermedio e introducir a Hazard, que intervino por su zona ideal, la izquierda. Luego dio entrada a Marcelo, para crear desde atrás, a Mariano, a Isco y a Peter, quien demostró su calidad por el flanco derecho y fue parado con entradas muy duras. Nadie estuvo fino en el Real Madrid después de las uvas.
Casemiro fue también demasiasdo franco al valorar el mal encuentro: «Cuando se falla es porque fallamos todos, pero hay que ser justos y ha sido por un error individual del que venía siendo uno de los mejores del equipo».
Es la grandeza del fútbol. Todo cambia en un minuto. Benzema, máximo goleador de la Liga, no tuvo ocasiones ante el cerrojo local. Fue una victoria de Quique Sánchez Flores, que ha transformado mentalmente al Getafe. Los blancos volvieron sufrir ante un muro. Les sucedió frente a Cádiz y Osasuna. Todos aplicarán este sistema defensivo frente al Real Madrid.
