Carlos Sainz había sido rápido durante todo el fin de semana, se había adaptado muy bien al circuito de Jeddah desde el inicio y se sentía cómodo con su Ferrari en todas las sesiones. Debía rematar la faena con una buena clasificación en el GP de Arabia Saudí este sábado, siguiendo la línea del último triplete de carreras. Iba directo a por ello tras una gran Q1 en la que estuvo entre los mejores. Sin embargo, de un instante a otro, todo cambió para el madrileño. En la curva 11 perdió el control de su coche y, de forma milagrosa, pudo evitar un fuerte impacto contra el muro. Pero la suerte no le había sonreído del todo. Había rozado el muro con el ala lateral de su alerón trasero, y con este elemento dañado sus opciones se habían terminado. Carlos tendrá que salir este domingo desde la 15ª posición, consciente de que la remontada será complicada ya que en este trazado será difícil adelantar. No obstante, la carrera se prevé loca y el 'Safety Car' puede ser protagonista. El madrileño quiere aprovechar cualquier oportunidad para ganar posiciones tras una clasificación que terminó de forma amarga. Sabe que tenía coche para estar en el "Top-5 fácilmente".
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