Las Fuerzas Armadas de Austria alertaron a principios de semana que Europa va a sufrir un gran apagón eléctrico de tiempo indefinido. “La cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo”, aseguró la ministra de Defensa austriaca.
La operadora española, Red Eléctrica, encargada del correcto funcionamiento del sistema de suministro eléctrico ha descartado que algo así vaya a ocurrir “no hay nada que indique que algo así pueda suceder”.
Si bien la operadora no dio más explicaciones, Confidencial Digital se puso en contacto con varios expertos para conocer el motivo por el que España no estaría en riesgo de apagón y qué tendría que suceder para que se produjera .
España tiene instalada una potencia de 112MW, esto quiere decir que es capaz de generar esta energía para abastecer la demanda eléctrica de sus empresas, servicios y ciudadanos en todo momento.
Confidencial Digital contactó con varios expertos de la Universidad Politécnica de Cataluña y Universidad Complutense de Madrid que le explicaron que la demanda de potencia es cuatro veces inferior en España a la instalada, 30MW, por lo que no se podría dar un apagón generalizado, al estar garantizado el suministro.
Red Eléctrica, en octubre de 2021, muestra en su web que cuenta con una capacidad de generar energía de las distintas fuentes: 27.982MW eólica, 26.250 MW ciclo combinado, 17.093 MW hidráulica, 13.657 MW fotovoltaica, 7.117 MW nuclear, 5.645 MW cogeneración, 4.884 MW de carbón, 3.331MW turbinación bombeo, 2.304MW solar térmica, 1.149 MW turbina de gas, 1.092 MW otras renovables, 769 MW motores diésel, 483M MW turbina de vapor, 441 MW residuos no renovables, 170 MW residuos renovables, 11 MW hidro-eólica y 8MW de fuel y gas.
En caso de que una de las vías de suministro fallara por problemas técnicos o de mantenimiento, o porque al ser dependiente de factores externos como la eólica del aire, no pudiese cumplir la producción prevista se activarían otras fuentes para suplir la falta de energía.
Por ejemplo, si no se obtuviese la energía prevista a través de los molinos de viento, se podría activar una central nuclear para garantizar el suministro.
En cualquier caso, los expertos subrayan que las previsiones se hacen a unos cuarenta años vista y se van modificando y adaptando para predecir y evitar problemas de abastecimiento.
Por otra parte, según han publicado distintos medios, en caso de darse un apagón a nivel europeo, España se vería poco afectada ya que las conexiones son muy escasas.
El suministro de materia prima llega principalmente desde Argelia, frente a las conexiones con Francia que solo cubrirían un 10%.
Según publica ABC, la red eléctrica española es de las más seguras del mundo ya que está muy mallada. Este mallado permite aislar el problema y reducir al mínimo los daños.
Confidencial Digital se puso en contacto con el Ministerio de Transición Ecológica y preguntó si el Gobierno ha creado un plan por si se produjera un apagón a nivel europeo como el que alerta Austria.
Fuentes oficiales explican que de producirse, dicha situación afectaría a la seguridad nacional y dejaría de ser competencia del Ministerio. Desde presidencia sí le atribuyen dicha responsabilidad y el Departamento de Seguridad Nacional no hace declaraciones al respecto.
Sin embargo, los Ministerios del Interior y de Defensa sí tienen un plan, aunque este no responde a la alerta austriaca sino al ámbito de sus competencias. El protocolo no puede conocerse por motivos de seguridad, pero fuentes oficiales confirman su existencia.
Interior aclara que el protocolo de actuación no se ha creado a consecuencia de la alerta austriaca, sino que ya existía, igual que había uno para pandemias antes de la crisis sanitaria que vivimos.
Defensa, en la misma línea, subraya que en la Directiva de Defensa Nacional 2020 se establece que las Fuerzas Armadas “desarrollarán sus misiones (...) apoyando a las autoridades civiles para hacer frente a desafíos no siempre convencionales. Las labores de colaboración y apoyo a autoridades civiles alcanzan su máxima expresión en la gestión de las situaciones de crisis y emergencias.”
En el punto cuatro de sus directrices de actuación añade que “se impulsará la preparación del personal de las FAS y la adquisición de capacidades que permitan la colaboración y apoyo a las autoridades civiles especialmente en situaciones de crisis y/o emergencias”.
Por último, subrayan que en la Estrategia de Seguridad Nacional de 2017, el Gobierno dedica un apartado concreto a las amenazas sobre infraestructuras críticas, que se encuadra en el riesgo que supone un apagón generalizado.
