Otra vez la familia, tan complicado como esperanzador tejido de nuestras sociedades, es la m?dula narrativa de la nueva novela del norteamericano Jonathan Franzen (Illinois, 1959), Encrucijadas, que la pr?xima semana lanzar? en los mercados de Hispanoam?rica la editorial Salamandra. Encumbrado por ventas, cr?tica y lectores de diferentes lenguas desde hace una d?cada (Las correcciones, Libertad y Pureza, sus anteriores t?tulos) el autor se perfila a ser el suceso editorial del a?o que concluye, no exento de las dificultades provocadas por la pandemia.
Una novela, Crossroads (traducci?n de Eugenia V?zquez Nacarino), que en poco m?s de 600 p?ginas desmenuza la historia de un clan norteamericano de los primeros a?os 70, el escenario el Medio Oeste. Si bien ?diversa a las precedentes?, la narraci?n se ocupa mucho de religiosidad, moral, guerra, droga y crisis; aunque ?divertida, en tono de s?tira?, advierte desde Twitter el autor. Ser? una historia a lo largo de 50 a?os, ya que Encrucijadas es la primera de tres entregas, promete el ganador de la Medalla Sal?n Literario Carlos Fuentes de la FIL Guadalajara, en 2012.
A unos d?as de haberse publicado en su lengua original, la novela tiene ya un gran n?mero de rese?as y comentarios en medios digitales e impresos. ?Una novela sobre c?mo ser una buena persona?, adelanta Maggie Doherty en The New Republic. O ?prodigioso tapiz de visiones entrelazadas e intrigas constantes?, seg?n los editores, quienes obsequiaron un peque?o fragmento d?as antes del lanzamiento. ?Un escenario adelantado de Encrucijadas?, una habitaci?n con un poster de Charlie Parker con saxo; otro de Dylan Thomas con su cigarrillo.
Un recuento de las repercusiones avasalladoras que los tres anteriores t?tulos novel?sticos de Franzen han tenido ser?a demasiado extenso. Franzen, quien desde M?xico se dijo conocedor de la obra de Garc?a M?rquez, Fuentes y Vargas Llosa, ?m?s recientemente? de Bola?o y Gabriel V?squez, es un ?apasionado? por el g?nero. Sitio que ha dotado de grandes personajes, historias y sentencias.
En Las correcciones, por ejemplo, al desplegar la historia de ?Los Lambert?, la narraci?n da cuenta de sus vidas ?bajo presidentes tan bribones como Nixon, tan est?pidos como Reagan y tan repugnantes como Clinton?. En Libertad, los buenos vecinos que son el matrimonio de Patty y Walter los lleva a portar ?vaqueros y una camiseta que anunciaba su apoyo al subcomandante Marcos y la liberaci?n de Chiapas?.
En Pureza, tambi?n la historia de la entra?able Purity, activista de las m?s actuales causas, el se?alamiento ser? a ?la concentraci?n de capital en manos de unos pocos, la demolici?n calculada de la confianza en el gobierno, la abdicaci?n de la responsabilidad por el cambio clim?tico en todo el planeta, las decepciones de Obama?.
El mismo Obama, entonces presidente de Estados Unidos, encarg? le compraran Freedom apenas la pusieron en las mesas de novedades. No quer?a demorar la lectura de una obra destinada a convertirse en acontecimiento y percatarse de su presencia ah?, investidura presidencial a un lado, como la de millones de estadunidenses, en la exacta radiograf?a de una sociedad y sus a?os maravillosos.
Libertad es una novela ?sin argumento?, seg?n la identific? H?ctor Aguilar Cam?n, donde igualmente se diseccion? a una familia, Los Berglund, sin?nimo de avaricia e irresponsabilidad, soledad y esperanza, amor y desprecio, en escenarios de la sociedad norteamericana, ubicables a partir del 11 de septiembre de 2011. Tambi?n una novela ?medianamente gorda?, como Las correcciones y Pureza, y la esperada Encrucijadas (todas de entre 600 y 700 p?ginas).
Los lectores de Franzen, para algunos ?el mejor? novelista norteamericano de nuestros d?as, podr?n incorporar en breve a su universo narrativo nuevas historias de familia y personajes, ahora encabezadas por el pastor Hildebrandt, quien ha decidido poner fin a su desdichada relaci?n con su esposa Marion. Mucho se sabr? adem?s de sus hijos, Clem, Becky, Perry y Jay, un moralista, una contraculturosa, un enganchado en las drogas y un peque?o asombrado ante el mundo, respectivamente, el drama de la guerra de Vietnam a?n cercano.
?No es la historia personal del escritor lo que importa. El escritor tiene que sentir simpat?a por sus personajes y amarlos, y que el lector sienta lo mismo. Es as? como se logra una conexi?n entre el escritor y el lector por medio de la identificaci?n con los personajes?, sostuvo Franzen en la FIL Guadalajara 2012. Entonces, Jorge Volpi, identific? su narrativa as?: ?? el mejor representante de esta tradici?n narrativa, consolidada en el siglo XIX, y que busca adentrarse en los destinos de sus criaturas, no s?lo para que su autor y sus lectores vivan otras vidas sino para extraer de ellas un atisbo de su tiempo?.
PCL