Ante la notoria variación en el precio de las medicinas de una farmacia a otra y el bajo poder adquisitivo que diariamente […]
Ante la notoria variación en el precio de las medicinas de una farmacia a otra y el bajo poder adquisitivo que diariamente golpea el bolsillo de los ciudadanos, los familiares de pacientes con enfermedades crónicas y medicación continua deben recorrer hasta 20 farmacias para adquirir los fármacos a costos más económicos.
Por Jesús Quintero / Corresponsalía LaPatilla.com
El señor José Puente recorrió más de 20 farmacias este sábado buscando la medicina que le recetó el médico para calmar su dolor lumbar, señalando que “el precio varía en relación al laboratorio del medicamento, precio, cantidad de comprimidos que trae la presentación”.
“Inicié el recorrido desde la primera farmacia en la zona norte del centro de la ciudad (…) El precio del medicamento con 20 comprimidos es de 34 bolívares, a medida de que caminé y pregunté en otros establecimientos, el precio variaba; en unas farmacias más económico, otras más costoso, pero con menos comprimidos”.
La necesidad obliga a más de uno a tener que buscar la manera para comprar los medicamentos que son de tratamiento continuo, y que si no se toman siguiendo la prescripción médica puede alterar severamente la salud, tal es el caso de los pacientes diabéticos o que padecen hipertensión arterial.
La mamá de Johan Pérez, debe ser intervenida quirúrgicamente para tratar su enfermedad que es degenerativa, aunque no se encuentra hospitalizada, el médico le indicó los insumos que debe buscar y tener a la mano al momento de que se dé el llamado al quirófano.
Comentó que “los precios sin ser un secreto están completamente dolarizados, se deben buscar los ‘reales’ para costear los gastos de la operación, comprar los insumos, además de los gastos extra, luego de la intervención”.
“Vender las pocas ‘cositas’ de la familia, como una nevera que no se usa o un carro viejo que está al sol y al agua para completar el dinero” es una opción.
La realidad económica afecta el bolsillo de los más vulnerables, porque enfermarse, y sobre todo en época de pandemia, es un verdadero lujo. Los medicamentos para un paciente positivo de covid-19 son muy costosos. Un ejemplo es el remdisivir, que el paciente puede necesitar varias ampollas dependiendo de la gravedad, y no hay garantía de que lo pueda conseguir.
La compra de medicamentos es un verdadero calvario que durante los últimos años ha empeorado, golpeando a los más desprotegidos.
