Iñaki Williams acaparó todos los flases el viernes en San Mamés. El delantero rojiblanco se colocó como el único jugador en la historia de la Liga en disputar 203 partidos de forma consecutiva, un hito al alcance de muy pocos. Antes de lograrlo, grabó un vídeo para el club en el que contó sus impresiones sobre lo que significaba este récord. “Lo tengo en la palma de la mano prácticamente, solo falta que el míster me ponga este último partido. Es un récord que no pensaba mucho en él hasta que ha llegado”, señaló el bilbaíno.
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