Si hay una figura que ha marcado un antes y un después en el mundo de las pasarelas esa es Linda Evangelista, una de las supermodelos de los 90 que, junto con una generación de
bellezas como Claudia Schiffer o Naomi Campbell,
contribuyó al cambio en la concepción de los maniquíes con campañas que aún hoy siguen siendo de plena actualidad.
A diferencia de sus compañeras que siguen en activo y muy
presentes en las ‘fashion weeks’
, ella lleva desaparecida un tiempo sin motivo aparente hasta que, hace apenas unas horas y a golpe de publicación en Instagram, ha explicado los motivos de su ausencia. Su post con la confesión ya 70.000 ‘me gusta’ y miles de comentarios y muestras de apoyo de amigas de la profesión como Kate Moss o Carolyn Murphy, así como numerosos diseñadores y fotógrafos.
La modelo revela que se sometió a un proceso de criolipólisis cuyos resultados la han dejado, como ella misma cuenta, irreconocible, sumiéndola además en una profunda depresión. «Hoy doy un gran paso corrigiendo un daño que he sufrido y que llevo guardándome para mí misma durante cinco años», ha comenzado su mensaje en las redes.
«A todos mis seguidores, que se han preguntado por qué no he trabajado mientras que las carreras de mis colegas han ido en ascenso, la razón es que estaba brutalmente desfigurada por el procedimiento CoolSculpting de Zeltiq, que hizo lo contrario de lo prometido. Aumentó, que no disminuyó, mis células de grasa y me deformó de forma permanente, incluso después de pasar por dos cirugías correctoras muy dolorosas sin éxito. Me han dejado, como ha descrito la prensa, ‘irreconocible’», añade la extop.
Continúa diciendo que, antes de someterse a dicha intervención, nadie le advirtió de los riesgos que podría correr y que, por desgracia, han terminado en hacer que desarrolle hiperplasia adiposa paradójica. «La PAH -así son sus siglas en inglés- no solo ha destruido mi forma de ganarme el sustento, sino que me ha hecho caer en una rueda de honda depresión, una profunda tristeza y en las más bajas profundidades del autodesprecio», ha detallado. «En el proceso, me he convertido en una ermitaña. Con esta demanda, doy un paso al frente para liberarme de la vergüenza, y para hacer pública mi historia. Estoy muy cansada de vivir de esta manera. Me encantaría salir por la puerta con la cabeza alta, pese a que ya no parezca yo misma», admite.
Los «pros» y «contras» del tratamiento estético
La criolipólisis es una intervención no invasiva que no suele presentar efectos adversos y cuya recuperación es más fácil que otro tipo de operaciones estéticas que implican entrar en un quirófano. De hecho, según explica la revista oficial de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, lo que le ha sucedido a la famosa modelo suele ser una complicación muy rara. Además, este proceso aporta bastante tranquilidad al paciente entre otras cosas porque tiene aprobación de la agencia de medicamentos de EE.UU. (FDA).
La criolipólisis está enfocada en eliminar los cúmulos de grasa en determinadas zonas mediante la aplicación de frío, a unos cinco grados bajo cero, de forma controlada y selectiva, congelando el adipocito y haciendo que posteriormente se elimine con la orina, explica a Estilo la experta Esther López
,
propietaria del centro de estética Ali D’Aria.
«Distinguimos dos tipos de criolipólisis, la estética y la médica, siendo esta última más potente. De una crio médica se pueden hacer un máximo de tres al año en la misma zona, esperando como mínimo 45 días entre sesión y sesión para que el organismo tenga tiempo de recuperarse. La recuperación es bastante sencilla y la mayoría de los pacientes quedan muy satisfechos con los resultados. Durante las 24 ó 48 horas posteriores no se deben ingerir hidratos ni azúcares ni alcohol y tampoco hacer ejercicio. Pero después de este proceso, cuanto más activo sea el estilo de vida, mejor; así se facilitará la eliminación de la grasa, sin olvidar tampoco una dieta equilibrada», añade la especialista.
López señala que «los mayores problemas que hemos visto han sido que no se haya aplicado una membrana de buena calidad y que por ello se haya quemado al paciente. En el caso de Linda es difícil saber con certeza qué ha ocurrido, pero en ciertos casos, cuando una persona se somete a una intervención, por leve que sea, es la propia idiosincrasia del paciente la que hace que no vaya bien y eso puede ser por muchos factores, desde su forma de cicatrizar a sus propias hormonas».
Sin embargo ya hay estudios que hablan de la hiperplasia adiposa paradójica a la que hace referencia la modelo como consecuencia del procedimiento estético. Se trata de la generación de un área endurecida de grasa localizada que se desarrolla después de la criolipólisis.
Según una investigación del Miami Plastic Surgery en EE.UU., esta complicación puede no ser tan rara, aunque en el informe aseguran que puede tratarse con liposucción.