El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha desarmado el optimismo del Gobierno sobre la recuperación económica. El repunte del PIB en el segundo trimestre no fue tan vigoroso como se adelantó en julio, del 2,8%, sino que fue de solo el 1,1%. Esto impacta en las previsiones anuales y también en los Presupuestos de 2022. Sin embargo, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha hecho oídos sordos al golpe.
«La recuperación está en marcha, es muy intensa, más allá de la volatilidad de los indicadores económicos por este entorno económico generado por la pandemia», ha señalado la ministra de Asuntos Económicos en el Congreso de los Diputados. 'Pasa', así, de la revisión de 1,7 puntos porcentuales que ha realizado Estadística.
Calviño ha ahondado en que «todos los datos apuntan a un fuerte crecimiento», especialmente en referencia al mercado laboral. Asimismo, igual que hiciera el martes pasado, la vicepresidenta ha destacado que España recuperaría el nivel de actividad diario y empleo prepandemia antes de finales de año. Aun así, como adelantó ABC, esto no significa que el PIB de 2019 se vaya a recuperar ya este trimestre que viene sino que todavía hará falta esperar hasta verano para entrar en ese entorno.
Así las cosas, la vicepresidenta ha puesto en valor la necesidad de que el plan de recuperación (ya han llegado los primeros 9.000 millones) sea una palanca que impulse la transformación de España para que esto no se convierta solo en un mero rebote.
El golpe del INE
La revisión estadística supone un cambio muy importante para todos los analistas y organismos internacionales e impacta directamente en varias de las negociaciones clave que el Gobierno tiene ahora en marcha, como los nuevos Presupuestos Generales del Estado, la prórroga de los ERTE o las ayudas a los autónomos. El Ejecutivo está argumentando que nos encontramos en un contexto de fuerte crecimiento, por lo que esta revisión sitúa al país en un escenario muy diferente y ante un perfil de recuperación distinto al que se había dibujado hasta el momento.
Así las cosas, en el Ejecutivo no hay disposición a cambiar nada de sus previsiones macroeconómicas, e inciden en que siempre se ha tirado de teórica prudencia a la hora de elaborar las previsiones.
En el mundo económico se coincide en cualquier caso en que esta nueva cifra anticipa una cascada de revisiones a la baja en las próximas semanas desde las diferentes instituciones. Esta misma semana, tanto la OCDE como el Banco de España habían revisado al alza sus previsiones para nuestro país pero este nuevo dato supone un cambio de 180 grados en la situación de partida pues lo hacían basándose en las mediciones hechas por el INE.
