El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) considera que el contrabando de gasolinas es un mal que afecta a la sociedad y al medio ambiente, al introducir en el mercado de combustibles aquellos de procedencia ilícita y de baja calidad.
Sin embargo, expresó su profunda preocupación por la reciente clausura por parte del gobierno federal de terminales privadas de almacenamiento y trasvase de petrolíferos en distintos estados de la República.
“Estas suspensiones a empresas que operan totalmente dentro del marco legal vigente, obstaculizan la importación de gasolinas para proteger artificialmente a Petróleos Mexicanos (Pemex), en detrimento de las inversiones privadas realizadas en los últimos años”, desatacó el organismo.
Dijo que la operación de estas terminales privadas ha aumentado la capacidad de almacenamiento en México, complementando la que Pemex utiliza para su propia producción e importación, en beneficio de la seguridad y estabilidad energética de nuestro país.
Aumentar la oferta de combustibles beneficia a los mexicanos, así como a la industria nacional al fomentar la competencia y tener distintas opciones de suministro de gasolinas.
Por el contrario, buscar limitar la importación de gasolinas reducirá la oferta de combustibles que son utilizados para actividades básicas como el transporte público, la distribución de productos alimenticios y mercancías, entre otros.
“Desde el sector privado tenemos muy claro que la recuperación económica debe ser una prioridad para superar los estragos de la pandemia por Covid-19, por lo que el CCE hace un llamado al Gobierno de México para que las acciones emprendidas para combatir actos ilegales en la cadena de hidrocarburos no perjudiquen a la ciudadanía y a la industria mexicana, ni pongan en entredicho el compromiso de nuestro país con los tratados internacionales de libre comercio”, concluyó.