Hay que ponerse en situación. Fue la noche del 19 al 20 de septiembre, al final del verano, en una carpa montada entre las viñas de la Bodega Valduero, al norte de Burgos. Olía a uvas y se respiraba la pasión por el vino del equipo de Valduero y de un grupo selecto de sumilleres de España, invitados a catar bajo la luz de la luna llena.
La Luna llena de Valduero empieza a convertirse en un clásico, con solo tres ediciones. El entorno, la fecha y la magia que se respira en este lugar de la Ribera del Duero completan un triángulo virtuoso. Allí estaban prestigiosos chefs, varios de ellos con estrellas Michelin, del grupo Paraguas -un conjunto de restaurantes de éxito con presencia en Madrid desde 2004- y clásicos de la cocina de Madrid y Barcelona.
De Madrid acudieron los sumilleres de La Terraza del Casino, de Paco Roncero, con dos estrellas Michelin; Estimar, de Rafa Zafra, Urrechu, Numa Pompilio, Ten con Ten, Paraguas, Alabaster, Berria, Distinto, Castizo, Carbón Negro, Zalacaín, Tatel, Don Lay, Paco Roncero, Roostiq y Mannix.
Y de Barcelona se sumaron a la gran noche en el viñedo Petit Celler, Wines and Copas, Syrah Terrassa, Cristina Guillén selección, Unanim y Lluis&Tu.
Cena entre las viñas en ValdueroLos invitados llegaron a las 18.30 horas y fueron recibidos con un Valduero Blanco 2020, el primer blanco de uva albillo de la Ribera del Duero. Es el blanco natural de Valduero, convertido en un imprescindible en las terrazas de verano.
Dentro del viñedo, la cena se sirvió en unas carpas bajo la luz de la luna llena, maridada con reservas y grandes reservas de Valduero: Valduero Una Cepa 2016, Valduero 6 Años 2012, Valduero Dos Cotas Reserva 2014 y Valduero Dos Racimos Gran Reserva 2011.
Este año el vino de la luna llena fue ‘Valduero Una Cepa Premium 2010’, una serie limitada de novecientas botellas, que enamoró a los asistentes y que suscitó comentarios como «¡qué explosión de aromas!» y «¡qué elegancia!». La anterior añada 2009 se agotó en menos de un año, debido a la gran aceptación que tuvo entre expertos y consumidores.
Como broche final, durante la cena llegó la gran sorpresa: un 15 litros (Nabucodonosor) de Valduero 6 Años 2011, que demostró el potencial de guarda que tiene este vino.