'La última tentación' sigue viviendo de los rescoldos de 'La isla de las tentaciones'. El plato fuerte del segundo capítulo fue el ajuste de cuentas entre Marina y Lucía, en el que la sevillana perdonó la vida a la gaditana. La sorpresa del episodio fue la llegada del ex de Lucía, Manuel, quien se reencontró en la isla con Andrea, con la que tuvo algo más que un flirteo fuera.
Así fue el uno a uno de las parejas.
Fani y Christofer
Christofer vio aparecer a Sandra Barneda con una tableta y le entraron todos los males. «Vienen los fantasmas del pasado. Los tenía ahí apartados», confesó. Los fantasmas responden al nombre de «Dolor» y «Sufrimiento», según la contó a la presentadora.
Sandra Barneda
: Tienes miedo de que ocurra lo mismo.
Christofer: En el fondo, sí.
Y el muchacho empezó a llorar. «Llorar es una manera de sanar», animó Sandra Barneda. No le pasó el pañuelo, ni hizo falta. Él se secó las lágrimas en la camiseta.
Nos tememos que son solo sus primeras lágrimas. «Cada día me gusta más estar con él y compartir cosas con él», dijo Fani. ¿De Christofer? No, de Julián, un tipo al que 24 horas antes despreciaba.
Así es Fani. Su vida amorosa es pura turbulencia.
Julián y Fani, intimando
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Lucía y 'El Lobo'
Lucía y Marina siguen con la moviola de lo que pasó antaño en la isla –en su vida anterior como novias de otros– y fuera de ella –una vez que dejaron atrás las palmeras y regresaron a España–.
Lucía, que fue la que se llevó el gato al agua ('El Lobo', para ser precisos), cree que Marina es tan orgullosa que no ha admitido su derrota: «Ella se ve todo el tiempo superior a mí. Y ella no entiende como dejan a ese pibón de mujer por mí, que soy normal».
En la otra villa, Isaac 'El Lobo' y Marina hablaron del pasado. El muchacho insistió varias veces en que lo que sintió por ella fue real, y no una incursión en Matrix. «Yo te he querido muchísimo. Todo lo que he vivido contigo era real», le dijo primero. «Estos ocho meses para mí han sido muy reales», insistió después.
A todo esto, Marina ha vuelto con Jesús, aquel al que dejó tirado por 'El Lobo' en la isla. En la vida real, la de fuera, no en Matrix. Pero se nota, se siente, que aún anda colgada de Isaac.
El programa celebró un encuentro de lo más infantil entre los ex de la isla (Mayka y Pablo, Isaac y Marina, Marta y Lester) y Fani y Julián, que no se sabe muy bien qué pintaban en el grupo. Se tenían que aguantar la mirada un minuto. Y después poner en la espalda del otro una palabra que definiese que han sentido. 'El Lobo' garabateó «dolor» en la espalda de Marina, y ésta escribió «mentira» en la de Isaac, que lloró al recordar el daño causado.
Marina escribió «mentira» en la espalda de Isaac
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Pero quedaba el plato fuerte. El «círculo de fuego»: un cara a cara entre la sevillana Marina y la gaditana Lucía. La ahora novia de 'El Lobo' sabe que la mejor defensa es un buen ataque, así que abrió el fuego, acusando a Marina de haber dicho de ella que andaba «desatada», o sea, que actuaba «como una golfilla». En el otro lado del ring, la sevillana lo negó. Lo que afirmó es que 'El Lobo' y Lucía intimaron cuando ella aún era la novia del primero. Esta vez fue Marina la que negó.
Lo de Marina y Lucía fue un 'ping-pong' de acusaciones constante, del que la sevillana sacó una conclusión: «Jesús es totalmente diferente a Lucía y Isaac. Porque él me quiere. Y estas dos personas nunca me han querido». Hasta le anunció a Lucía que podía estar tranquila, que no se iba a acercar a 'El Lobo' ni en Navidad.
Marina tenía la potestad –se la daba el programa– de mandar a casa a Lucía. Pero no lo hizo. Y hasta dijo «sí» cuando la gaditana se le quiso agradecer con dos besos de despedida. Los recibió con cara de asco, eso sí.
Lucía y Marina dieron sus cuentas por ajustadas. A ver cuánto dura.
Andrea y Roberto
Andrea no esperó a llegar a la isla para caer en la tentación. Lo hizo una semana antes, en Ibiza, con 'Manita Relajá' Manue
l, el ex de Lucía. La infidelidad era 'vox populi' en los dos extremos de la isla. Y, claro, le acabó llegando la noticia a Roberto, el incauto novio con el que Andrea se ha presentado en la Dominicana. En concreto, fue Christofer el encargado de darle la mala nueva.
Roberto, que no es tonto aunque a Andrea se lo parezca, ató cabos. Sabía que habían estado varios participantes del programa, Manuel entre ellos, juntos en la isla española. Y que su novia andaba por allí, disfrutando. A su regreso, algo le llamó la atención: «Ella se fue criticando a Manuel y volvió alabándole». Uy. Blanco y en botella, leche. Así, como una leche, le sentaron los presuntos cuernos en diferido.
En la otra villa, Andrea ni confirmó ni desmintió lo suyo con Manuel: «Hubo tonteo, hubo atracción por parte de los dos», se limitó a decir. Pero como la productora no da puntada sin hilo al rato apareció por la villa el mismísimo Manuel: «Han pasado cositas», admitió el ex de Lucía según puso un pie en la villa.
Roberto llora ante la sospecha de que Andrea lo ha traicionado
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En su primera noche en la casa, Manuel no durmió solo. Lo hizo con Andrea. A cierta distancia. A la mañana siguiente se dieron tres picos en la piscina. Pobre Roberto.
Mayka y Alejandro
Alejandro también ha atado cabos. Pablo, el ex de su novia, dijo en la otra isla –se lo chivó la tableta de Barneda– que tuvo dos felices reencuentros con Mayka en junio. «En junio estaba conmigo», calculó. O sea, estamos en otro caso de cuernos en diferido. Y lo más seguro es que, en los próximos episodios, los habrá en directo. Porque Mayka y Pablo tienen ganas –se nota, se siente– de volver a la casilla de salida.
Quiso volver a la casilla de salida Gonzalo –recién llegado a la villa– con Mayka, pero ésta le paró los pies. ¿Quién es Gonzalo? Pues aquel muchacho al que Susana dejó en la primera edición. Tuvo un asuntillo con Mayka fuera del ‘reality’, y ésta quería más, pero él perdió su oportunidad. Además de la oportunidad, parece haber perdido también la calma, pues se le nota ‘acelerado’ de más, no sé si me entienden.
Patry y Lester
Lester y su ex, Marta Peñate, duermen juntos. A una distancia prudencial, pero juntos. Este colecho no le gusta ni una pizca a Patry, que es la muchacha con la que Lester se enrolló en la isla, en su vida pasada, cuando se supo corneado por Marta. Lester y Patry siguieron su relación fuera del 'reality' y hasta llegaron a anunciar que esperaban un hijo.
En la otra villa, que es un valle de lágrimas, Patry lloró por Lester; porque se teme lo peor, o sea, que recaiga con Marta.
Mientras, en la otra esquina de la isla, Lester lloraba, pero no por Patry, sino por lo mal que acabó todo con Marta, que estaba a su lado en la cama. Lloraron juntos. Llorar, ya lo dice Sandra Barneda, sana. Así que llorar a dúo, juntos, tiene que ser doblemente sanador.