El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, se ha entrevistado esta mañana con su homólogo marroquí, Naser Burita, por vía telemática, en una reunión realizada a petición del primero. En la conversación ambos han acordado mantener un encuentro en persona próximamente, dado que no ha sido posible hacerlo en el marco de la Asamblea de la ONU a la que no ha asistido el ministro marroquí, según informan a Vozpópuli fuentes de Exteriores.
La entrevista ha tenido lugar dentro de la agenda diplomática del ministro Albares, presente en Nueva York para asistir a la 76 Asamblea General de la ONU, y será en modo telemático porque Burita, actualmente en funciones -mientras se forma nuevo gobierno en su país- no ha viajado a Nueva York.
Las fuentes diplomáticas consultadas por EFE indican que todavía no hay una fecha para la visita de Albares a Marruecos -pese a que Rabat ha sido tradicionalmente el primer destino de los ministros españoles de Exteriores-, y quitan importancia a este detalle, insistiendo en que la diplomacia requiere "tiempos largos y discreción" y en que hay "un nuevo espíritu sobre la mesa que anima a España y Marruecos".
En este sentido, destacan el discurso del rey Mohamed VI de Marruecos del pasado 20 de agosto, en el que expresó su deseo de abrir una etapa "inédita" en sus relaciones con España, o la actual "implicación" de Marruecos en el control de la emigración irregular.
España y Marruecos vivieron el pasado mes de mayo su peor crisis en varias décadas, cuando las autoridades marroquíes permitieron la entrada irregular en Ceuta de más de 10.000 personas en protesta por la admisión de forma secreta en un hospital español del secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali.
Como consecuencia de esa crisis, Rabat llamó a consultas a su embajadora en Madrid, Karima Benyaich, que todavía no ha regresado a su puesto.
Dentro de sus contactos con los vecinos magrebíes, Albares también se reunirá en Nueva York con su homólogo argelino, Ramtane Lamamra, y al respecto las fuentes destacaron que España considera tanto a Argelia como a Marruecos "dos grandes vecinos y amigos".
Los dos países magrebíes rompieron relaciones diplomáticas el pasado 25 de agosto, culminando así varias décadas de hostilidad por culpa principalmente del conflicto del Sáhara.
