Nadie se explica qué le ha ocurrido a Noelia de Mingo para acuchillar a dos mujeres ayer en un supermercado de El Molar. Al menos, a tenor de sus últimos informes médicos.
Según ha podido saber ABC, la enferma, para evitar que se tomara la medicación en pastilla diaria, recibía cada cuatro semanas una inyección con el suero antipiscótico. La última ocasión fue el 17 de agosto, tal y como reza en el informe al respecto fechado por el psiquiatra del hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, donde le hacían el seguimiento mensual. Se le inyectó una ampolla y se apreció: «No representa descompensacion psicótica. Esquizofrenia paranoidea en remisión. «Evoluciona favorablemente, no hay brote psicótico ni ningún otro problema»)».
Cuando en octubre se le levantó la medida de internamiento en Fontcalent (Alicante), el tribunal estableció tres condiciones : el control por parte de los psiquiatras del Infanta Sofía; también por parte de los del Instituto Anatómico Forense, y el de la propia familia (madre y hermanos).
La información de toda solvencia recabada por ABC indica que jamás se saltó una cita y que, además, acudía al centro de salud mental de zona que le correspondía. El seguimiento en el Anatómico Forense era trimestral. Este organismo redactó un informe el 2 de julio en el que se concluía: Conclusiones: «No presenta sintomatología psicótica activa» y databa, en ese momento, que la última inyección se la habían puesto el 22 de junio. También recalcaba que «la paciente acude con actitud abordable y colaboradora, consciente de su patología, sin alteraciones delirantes y aporta justificantes» del seguimiento médico. No se saltó ni una cita.
Así que lo único que podría explicar el brote psicótico de ayer es una descompensación inesperada en su situación estable. Esto está bajo investigación y ahora es fundamental que salga del episodio mental en que se encuentra, para poder tomarle declaración.
La titular del juzgado de Instrucción número 2 de Alcobendas, que ya ha recibido el atestado de la Guardia Civil, quiere hacerlo hoy. Está por decidir si lo hará en sala, acudirá ella al hospital o será por videoconferecia (los hospitales tienen esta opción, sobre todo para casos en los que se exige el hábeas corpus).
La juez ya ha legalizado su detención y ha acudido al hospital a interrogarla, pero se ha negado a declarar. HA remitido las actuaciones a la Sección 16ª de la Audiencia Provincial (que fue la que decidió dejarla en libertad en 2017), para que decida si la devuelve a Fontcalent. Antes, hay que remitir a las partes la documentación (Fiscalía, defensa, acusaciones...) y esperar a que se pronuncien, para luego tomar la decisión judicial. Este proceso puede tardar aproximadamente un mes.
En los casos normales, hoy, Noelia de Mingo iría a la cárcel hasta la decisión de la Audiencia Provincial. Pero permancerá en observación psiquiátrica en Alcalá-Meco (prisión de mujeres Madrid I) .
