El delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, ha pedido este martes prudencia a la consejera de Sanidad, Verónica Casado, ante su deseo de implantar el toque de queda entre las 01.00 y las 06.00 horas. A su juicio, todavía existe recorrido y la Junta puede desarrollar otras muchas medidas como están haciendo otras comunidades autónomas, antes de implantar «una tan drástica que afecta a los derechos fundamentales».
Izquierdo, quien ha recordado que la Autonomía está en nivel 1 de alerta, lejos del 4, que sería propio de una situación de estado de alarma, ha pedido a Casado que deje de camuflar lo que realmente quiere hacer, que pasa por limitar horarios de apertura en locales de hostelería o el cierre nocturno. «Plantear una medida de encerrar a todos en casa es muy restrictivo, cuando hay otras muchas que podrían adoptarse si fuera necesario», ha incidido.
El delegado del Gobierno se ha referido así a la propuesta que Casado planteará este miércoles, ante el repunte de casos entre la población joven, a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en una nueva reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), ya que, desde su punto de vista, los países que lo han aplicado han tenido éxito en el control de la pandemia, dijo.
Casado apuesta por un toque de queda nacional, ya que de lo contrario no tendría efecto, para lo que sería necesaria una herramienta legal que permita adoptar esta y otras medidas a las autonomías fuera del estado de alarma, informa Ical.