Un reporte publicado por el Foro Económico Mundial posicionó a Chile como uno de los países más atrasados en transformación digital, entendiéndose como el proceso en donde personas y empresas aprovechan al máximo las nuevas tecnologías.
Los dispositivos electrónicos y el internet cada vez cobran más importancia en nuestra sociedad. En un periodo tan complejo como la pandemia que estamos viviendo, esto se ha notado más gracias al mejoramiento de las tecnologías existentes y al desarrollo de las nuevas.
Sin embargo, el proceso conocido como transformación digital es algo que viene desde antes de la crisis sanitaria y Chile ha sido partícipe de ello, aunque no como se esperaba. Según un reporte realizado por el Foro Económico Mundial en 2020, nuestro país se ubica en el puesto 50° en cuanto al aprovechamiento de las nuevas tecnologías, de un total de 134 naciones.
A simple vista no parece un resultado del todo malo, pero considerando que Chile es catalogado como un país de ingreso alto por el estudio, está posicionado en una parte baja de la tabla: “Yo creo que en Chile hace falta un cambio de switch. La pandemia ha ayudado a que más empresas se digitalicen, pero falta camino por recorrer. En un periodo como el que estamos viviendo, la transformación digital es clave para sobrevivir en el mundo de los negocios”, comenta Sebastián Yáñez Quezada, experto en innovación inmobiliaria.
La “nueva normalidad” digital
Tras la llegada del COVID-19 lo digital vivió un impulso nunca antes visto. Según el mismo informe el internet se convirtió en una pieza clave para muchos hogares, en donde se han registrado un millón de usuarios nuevos cada día. Esto quiere decir que actualmente el 59% de la población mundial se encuentra conectada.
¿Pero qué significa estar conectado? Hoy no solo significa ingresar a un sitio web o navegar por una red social, sino que significa estar conectado a una gran red de datos que tienen influencia sobre nuestro mundo real y que se manifiestan a través de aparatos electrónicos. Un ejemplo de ello son los numerosos electrodomésticos que se conectan a la red y son capaces de gestionar actividades domésticas.
Para los autores de este estudio la transformación digital representa una nueva fase para la humanidad, etapa que se ha visto acelerada por la pandemia y que se convertirá en nuestra nueva normalidad.
Individuos, empresas y gobierno
En el ranking elaborado por el Foro Económico Mundial, los países que lideran en cuanto a transformación digital son Suecia y Dinamarca. Para elaborar el listado, la organización evaluó cuatro áreas: Tecnología, Personas, Gobernanza e Impactos.
Gracias al promedio que obtuvo Chile entre todas las categorías, finalmente quedó en la posición 50°. Sin embargo, en la categoría individual de personas se posicionó en el lugar 38°, lo que quiere decir que los individuos, empresas y el gobierno disponen de varias nuevas tecnologías.
¿En qué fallamos? En la implementación de ellas con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas. Un ejemplo de ello es cómo se integra la tecnología en nuestro sistema de salud, carente de sistemas que aprovechen las bondades del internet y almacenen datos de pacientes que podrían ser traspasados de una institución a otra sin mayor problema.
¿Cómo avanzar en la transformación digital?
“Para que avancemos en la digitalización es necesario que las empresas y personas sepan qué es lo que pueden hacer con las nuevas tecnologías. En el caso del mundo inmobiliario, por ejemplo, se implementaron recorridos virtuales, tecnología que se encontraba hace muchos años disponible y que no había sido ocupada hasta ahora en pandemia”, comenta Sebastián Yáñez.
En este sentido, el experto en innovación inmobiliaria agrega que, para que se avance en este proceso de cambio se hace necesario que los chilenos desde pequeños tengan acceso a una educación tecnológica efectiva, que les permita entender e idear nuevas soluciones para la vida cotidiana.
Según indica Uri Martinich, CEO de Agencia ROI, lo digital ya está teniendo mucha relevancia para las personas, especialmente en los más jóvenes, lo que queda demostrado en lo preocupadas que están por su reputación online.
