Hoy sábado se cumple una década del Movimiento del 15-M, también conocido como movimiento de los indignados. La efeméride invita a realizar una valoración sobre este evento político y social que ha transformado la Historia de España.
El profesor Víctor Renobell, coordinador del Grado en Ciencias Políticas y Gestión Pública de la UNIR, opta por analizar primero el marco del suceso: “fue un movimiento social en el que se dieron la mano, en tiempo real, la tecnología y la política. Ante una situación de crisis hubo una emergencia social cargada de propuestas y luego, más tarde, como consecuencia de ello, nació un partido político: Podemos. De ahí ha pasado a una etapa de mayor burocratización, en la que aquellos que venían de fuera del sistema han llegado incluso a formar parte del Gobierno”.
La situación actual, para el profesor Renobell, esta mucho más estancada que hace diez años. “sin duda aquel movimiento ha perdido el estertor del cambio social, pero no sería descarta que dentro de un tiempo no lejano -uno o dos años- naciese un movimiento similar, quizás en torno a la causa ecologista y liderado por alguien que venga de las redes sociales”. El coordinador de Ciencias Políticas de la UNIR cree que, llegado el caso, un nuevo movimiento seguiría las pautas detectadas en el 15-M: irrupción social, burocratización dentro del Establishment y declive.
En cualquier caso, Renobell considera que el 15-M ha dejado una huella perdurable en la sociedad española: “la importancia que tiene hoy en día la transparencia es algo que proviene de ese movimiento, por no mencionar las propias ayudas sociales, que tanto se han necesitado para hacer frente a la pandemia, y cuya importancia enfática tiene su origen en el 15-M”, advierte el profesor.
Otro punto donde este académico detecta la huella del 15-M es en la forma que tienen ahora los partidos políticos de elegir a su líder. “Los partidos clásicos, antes eran mucho más verticales en su proceso de elección. Esta nueva forma, por primarias, mucho más democrática, es algo que ha venido de fuera y que luego, las formaciones clásicas, han terminado por incorporar”.
Por su parte, Javier Toret, profesor en la UOC y especialista en movilizaciones ciudadanas, considera que el 15-M fue un movimiento que ha conformado la Historia reciente de España. “Desde la manera de entender la convivencia a la organización, pasando por la forma de hacer política, el 15-M ha cambiado la mentalidad de la gente. Entre 6 y 8 millones de personas le prestaron apoyo y participación y hasta un 75% de la población llegó en algún momento a simpatizar con las causas que defendía”.
A la hora de marcar el hito histórico del movimiento, el profesor Toret señala como Podemos, las fuerzas municipalistas y las mareas llegaron a alcanzar los ayuntamientos de cinco importantes ciudades españolas: Barcelona, Zaragoza, Madrid, Cádiz y A Coruña. “De hecho, la actual alcaldesa de Barcelona es Ada Colau, una persona que era portavoz de la PAH”, apunta Toret.
Ahora buen, el profesor de la UOC cree que no habría que hacer una lectura reduccionista y circunscribir el 15-M solo a Podemos, su derivada política. “Fue un movimiento muy transversal, capaz de congregar a gente de sensibilidades muy diversas. Por tanto, insisto, reducirlo a Podemos sería un error”.
Ahora mismo, entonces, ¿qué queda del 15-M? “Ahora no existe, quedan rastros, cosas que se hicieron, que hicimos, y me incluyo porque yo participé en la convocatoria de Democracia Real Ya”, contesta Toret. “Internet ha cambiado mucho, incluidas las redes sociales. Creo que el movimiento internacional en torno a la causa ecologista o feminista podría ser un heredero del 15-M, y también otras cuestiones, como por ejemplo la falta de futuro de los jóvenes o el acceso a las viviendas. Pero todo esto son causas sectoriales. Falta un movimiento como el 15-M, que fue sea transversal, capaz de interpelar de nuevo a toda la sociedad. Creo que está por nacer”.