Recuperar el tramo oscense del histórico Camino Catalán que conducía hacia Santiago de Compostela. Ese es el objetivo que se ha marcado la Diputación de Huesca (DPH) y en el que trabajan ya un grupo de técnicos, que están indagando en mapas del siglo XVII como fuente documental con la que identificar, de forma precisa, el trazado exacto de esa ruta jacobea que se adentra en Aragón desde la provincia de Lérida.
El Camino Catalán conectó históricamente los monasterios de Montserrat (Barcelona) y de San Juan de la Peña (Huesca). Esa ruta conecta en Jaca (Huesca) con el Camino Francés, que entra desde el país vecino a través del pirenaico puerto de Somport.
Zona por la que discurrió históricamente la ruta jacobea que atraviesa la provincia de Huesca desde Lérida, y que tiene su origen en BarcelonaEl tramo oscense del Camino Catalán atraviesa los municipios de Tamarite de Litera -en el límite con Cataluña-, Monzón, Berbegal, El Pueyo de Fañanás, Huesca, Bolea, Sarsamarcuello y la zona de Jaca, donde se enclava el Monasterio de San Juan de la Peña, emblemático enclave del Reino de Aragón.
La Diputación de Huesca, que preside el socialista Miguel Gracia, ha emprendido el proyecto para detallar la ruta originaria de ese tramo oscense del camino jacobeo catalán, para proceder al acondicionamiento del trazado, mejora del firme, instalación de señalizaciones y paneles informativos.
El presidente de la Comisión de Desarrollo y Medio Ambiente de la DPH, el diputado provincial Roque Vicente, ha destacado el potencial que tiene esta ruta jacobea, no solo por su valor histórico, cultural y religioso, sino también como activo para seguir potenciando el turismo del senderismo en la provincia de Huesca.
«Son muchas las localidades por las que transcurre este recorrido», ha destacado Roque Vicente. Está convencido de que su puesta en valor beneficiará «a todas esas localidades, de manera directa o indirecta, apoyando a los pequeños establecimientos rurales y economías locales».
«Senderistas y montañeros contarán con una infraestructura de calidad para practicar su actividad, y por su parte los pereginos y religiosos recuperarían uno de los caminos tradicionales más importantes», destaca Roque Vicente.
