Georgino Wijnaldum podría convertirse en el primer fichaje de Joan Laporta para la próxima temporada. Así lo aseguran en Inglaterra, donde 'The Times' ha publicado una información asegurando que el centrocampista del Liverpool tiene un principio de acuerdo firmado con el club catalán. Hay que recordar que el nombre del holandés ya estuvo sobre la mesa este pasado verano después de ser una de las peticiones que hizo Ronald Koeman cuando se hizo cargo del equipo azulgrana. El técnico le conoce bien de su etapa en la selección holandesa y solicitó su llegada. No obstante, la precaria situación económica del club catalán impidió cualquier movimiento al respecto, ya que el Barcelona priorizó la llegada de Sergiño Dest, la incorporación de Pedri, al que tenían cedido, el fichaje de Trincao y el intercambio de Pjanic por Arthur para cuadrar un balance deficitario.
La operación le saldría redonda a Laporta por dos motivos principales. El primero es que Wijnaldum acaba contrato el 30 de junio, motivo por el que llegaría a coste cero, al no tener que pagar nada el Barcelona en concepto de traspaso. El segundo es que podría considerarse como un gesto hacia Koeman, que vería cómo la llegada del nuevo presidente empieza a desbloquear las peticiones con las que quería reforzar al equipo y de las que siempre se ha quejado al asegurar que había demarcaciones en las que faltaba competencia. No es la primera información que llega desde Inglaterra sobre Wijnaldum vinculándolo al Barcelona, ya que hace unos días el portal inglés ‘Football Insider’ aseguraba que el centrocampista tenía cerrado su fichaje por el Barça «en un 95 por ciento».
No obstante, la llegada de Wijnaldum podría tener un componente negativo para el equipo, ya que barraría completamente la evolución de otros jóvenes centrocampistas de la cantera culé que han demostrado tener cabida en el primer equipo. Ilaix Moriba o Riqui Puig podrían ser los grandes perjudicados. Wijnaldum se ha formado en la cantera del Feyenoord y ha jugado en el PSV y en el Newcastle antes de llegar al Liverpool en el verano de 2016 después de que el club inglés le pagara 27,5 millones de euros por él. El holandés forma parte activa de una de las noches más negras de la historia reciente del Barcelona: el 7 de mayo de 2019 marcó un doblete, en apenas dos minutos, en la victoria por 4-0 ante el equipo azulgrana en la vuelta de semifinales de la Liga de Campeones, que acabó con una humillante eliminación que generó una crisis deportiva e institucional en la entidad catalana.
