El griego y el latín, las «lenguas muertas», tienen sus días contados si las autoridades educativas no lo remedian. Cada vez hay menos institutos que las imparten, menos profesores y menos estudiantes que las eligen. La alarma la dio un grupo de chicas del instituto Nestor Almendros de Tomares que alzó la voz con una petición de firmas para que se fije el griego al Bachillerato. La iniciativa, que alcanzó difusión nacional y llegó a la Real Academia de la Lengua Española, ha puesto sobre la mesa que las lenguas clásicas están en franca decadencia.
La Sociedad Española de Estudios Clásicos, dedicada a difundir el estudio de estas lenguas, ha hecho una encuesta en institutos de Sevilla que arroja datos sobre el retroceso experimentado en los últimos años. Uno de los más significativos es que por encima del 95 por ciento de los centros no imparte cultura clásica en 4º de ESO. La cifra, que oscila según curso y llega hasta el 99 por ciento en 1º y 2º de ESO, se complementa con otras que reflejan la caída de estas materias. El 33 por ciento de los centros ha suprimido este curso el griego, es decir, uno de cada tres institutos
Estas lenguas, que hace años tenían un importante peso en la educación han ido retrocediendo. Y su estudio se ha unificado. El 69 por ciento de los institutos tienen en un único departamento. El 18 por ciento ni siquiera tiene departamento, el 17 por ciento lo tiene de latín y no hay ningún centro con departamento específico de griego. Además, el tiempo que se dedica también va bajando ya que el 42 por ciento sólo dedica una hora a esta materia, el 39 por ciento dos, el 11 por ciento 3 horas y un 8 por ciento ninguna.
Profesorado envejecido
Lo mismo que el número de profesores de estas materias. El 67 por ciento de los centros sólo tiene un profesor, el 27 por ciento tiene dos, el 4 por ciento tiene tres y sólo un 2 por ciento tiene cuatro. Además, el profesorado está envejecido. El 59 por ciento tiene entre 51 y 60 años, el 20 entre 41 y 50 y el 14 entre 31 y 40. Y hay un 31 por ciento que tiene entre 30 y 35 años de antigüedad.
María Maesso, secretaria de la junta directiva de la Sociedad de Estudios Clásicos en Sevilla y profesora en el instituto Vicente Aleixandre, confirma que estas lenguas van a menos. Ella, que sólo tiene cuatro alumnos de 1º de Bachillerato y siete en 2º, explica la decadencia que están sufriendo. Han ido desapareciendo los departamentos de cada lengua, se han unificado y ahora los profesores de clásicas dan latín, griego y otras como lengua. En la mayoría de los cursos no llegan a los quince alumnos preceptivos para formar un grupo por lo que se lo ponen complicado.
«El estigma es que no sirven para nada y no se promociona», confiesa Maesso que recuerda que la mayoría de profesores da más horas de clases para que se sigan impartiendo. «Estamos sacrificándonos y dando más horas para que no se pierdan». Es el SOSde la Sociedad de Estudios Clásicos que cree que la situación es «delicadísima» ya que ni elGobierno central ni la Junta han escuchado sus peticiones. «Se ha instalado el utilitarismo en la sociedad, pero clásicas son necesarias para la formación porque transmiten el origen de nuestra cultura», alerta la profesora.