Son apenas siete kilómetros entre Tomiño, enclave de la provincia de Pontevedra, y Vila Nova de Cerveira. Es intersección, más que distancia. Es cruce, más que barrera… y ahora mucho más porque un proyecto de pasarela peatonal y ciclada dejará la palabra ‘frontera’ en una mera formalidad en esa zona de España y Portugal.
Ambas poblaciones se acercan geográfica y psicológicamente hasta el punto de pulverizar los límites entre dos comunidades hermanas, incluso aunque se den circunstancias tan anacrónicas como la obligación de cambiar la hora en cuanto uno atraviesa de un lado a otro.
Los municipios se miran mientras presumen de haber formado una de las siete ‘eurociudades’ existentes a lo largo de los 1.214 kilómetros de la ‘Raya’, nombre popular...
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