Con pocas perspectivas de lograr una victoria militar decisiva sobre Rusia, Washington está cada vez más atrapado en una estrategia de rodear al país más grande del mundo con sus fuerzas, ha afirmado uno de los principales políticos de Moscú. Aleksey Pushkov, senador y exjefe del Comité de Asuntos Exteriores del parlamento, argumentó en comentarios […]
Aleksey Pushkov, senador y exjefe del Comité de Asuntos Exteriores del parlamento, argumentó en comentarios en Telegram el viernes que la Casa Blanca estaba luchando por demostrar la postura dura que había prometido contra el Kremlin, porque se había quedado sin opciones viables.
“La vacilación sobre Rusia en Washington es evidente”, dijo, “no porque haya una pausa táctica, o como una táctica de negociación — [el presidente Joe] Biden no está de humor para negociar con Rusia en absoluto — sino por otra razón.
Si bien el nuevo líder estadounidense criticó a su predecesor por supuestamente hacer concesiones a Moscú, Biden descubrió que «el potencial de hostilidad hacia Moscú ha sido casi totalmente movilizado por [el ex presidente Donald] Trump, tanto bilateralmente como a través de la OTAN», escribió Pushkov. .
El senador cree que solo hay tres opciones posibles para la Casa Blanca si busca cumplir esas promesas electorales y lograr una nota aún más dura contra Rusia.
«Sanciones del infierno», como el paquete aún no aprobado propuesto en 2018 por un grupo de senadores que incluía a John McCain y Lindsey Graham, «afectarían a los inversores estadounidenses y europeos, y llevarían las relaciones de Estados Unidos con Rusia a una línea peligrosa, como con Irán, » argumentó. «Sólo Rusia no es Irán».
La segunda opción, argumenta Pushkov, sería «empujar a Ucrania a una nueva guerra en el Donbass, con el apoyo de Estados Unidos». Sin embargo, dice el político, la posición inicial de Kiev en la región es desfavorable y es difícil ver cómo podría cambiar su suerte. Entonces, agregó, «no está en los planes de Estados Unidos interferir en las hostilidades del lado de Ucrania».
Finalmente, la única opción que le queda a Biden para castigar a Rusia sería “desarrollar las fuerzas armadas en las fronteras con Rusia y en el Mar Negro”, afirma Pushkov. Pero, lejos de ser una desviación de las políticas de su predecesor, «esto es simplemente una continuación del enfoque anterior de Estados Unidos bajo Trump».
Por estas razones «, dijo,» la dureza de Biden con Rusia hasta ahora ha sido en gran medida retórica. Habrá acciones anti-rusas, pero su objetivo será un asedio prolongado de la ‘Rusia de Putin’ en lugar de una serie de pasos abruptos y arriesgados que podrían llevar la situación al borde de un conflicto militar «.
Rusia ya advirtió que el aumento de la actividad de los miembros de la OTAN cerca de sus fronteras podría provocar un desastre, con el bloque liderado por Estados Unidos organizando una serie de ejercicios y sobrevuelos a través de la frontera. El viceministro de Defensa de Rusia, Alexander Fomin, dijo que, a lo largo de 2020, la presencia aérea y naval de la OTAN «ha aumentado significativamente y están surgiendo cada vez más situaciones que pueden conducir a incidentes graves».
La semana pasada, el Kremlin expresó su preocupación por los informes del New York Times que afirmaban que la Casa Blanca estaba considerando «una serie de acciones clandestinas» dirigidas a Moscú. Los pasos, dijo, estaban pensados como una respuesta al hack de SolarWinds por el que Washington responsabiliza a Rusia. El portavoz del presidente Vladimir Putin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas que “el hecho de que el periódico no descarte que el estado estadounidense pueda estar involucrado en un delito cibernético es definitivamente una gran preocupación para nosotros.
