El Gobierno está en trámites de crear un consorcio público-privado para erigir la primera fábrica de baterías para vehículos eléctricos en España. Según ha anunciado la ministra de Industria, Reyes Maroto, lo hará en colaboración con Seat, Volkswagen e Iberdrola, aunque estará abierto a otros socios.
«Este consorcio formará parte del primer PERTE que tiene como objetivo la transición hacia el vehículo eléctrico y conectado», ha detallado Maroto durante el 28 Congreso Federal de UGT-Fica. Los PERTE o Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica son la fórmula con la que el Ejecutivo busca articular la llegada de los fondos europeos de recuperación Next Generation.
«El proyecto va a permitir desarrollar un conjunto de actuaciones que garanticen que existan en España las infraestructuras, instalaciones y mecanismos necesarios para fabricar de forma autónoma y competitiva un vehículo eléctrico conectado completo», ha detallado Maroto, que ha insistido en el «compromiso del Gobierno para que España siga siendo líder en la industria del automóvil a nivel mundial apostando por una movilidad sostenible».
Hace pocos días el presidente de Seat, Wayne Griffiths, avanzó que la marca tiene «muy avanzadas» las discusiones con el Gobierno para fabricar un vehículo eléctrico en su planta de Martorell, tras haber comprometido una inversión de 5.000 millones de euros. El directivo, no obstante, pidió al Gobierno apoyo, así como ayudas para el coche eléctrico y acelerar la infraestructura de recarga. «España no puede perder el tren. Los fondos europeos pueden ser adecuados para esto», afirmó en un encuentro con periodistas.
Está previsto que este viernes el Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visiten la fábrica de Seat en Martorell. De otro lado, también esta convocada una conferencia de prensa virtual sobre la estrategia de Volkswagen Turismos con Ralf Brandstätter, consejero delegado de la marca.
Proyecto estratégico
La importancia estratégica del proyecto es evidente, tal y como demuestra que las negociaciones se han llevado acabo entre empresas y Gobierno de forma absolutamente discreta, hasta el punto por ejemplo de que fuentes de la Generalitat de Cataluña -que había señalado una fábrica de baterías como uno de los 27 proyectos estratégicos con los que optar a los fondos europeos- han manifestado a abc haberse enterado por el anuncio hoy de la ministra Maroto.
El anuncio llega a poco menos de un mes del 31 de marzo, la fecha límite que se ha fijado para recibir las cartas de intenciones para los interesados en dar continuidad a la actividad industrial de Nissan en la cercana Zona Franca de Barcelona. La multinacional nipona abandonará las instalaciones el 31 de diciembre. Entre los proyectos que por ahora se han presentado, se baraja la construcción de una planta de producción de baterías para abastecer al mercado europeo. Asmimismo, el fabricante sueco Inzile ha mostrado su interés por fabricar camiones eléctricos en parte de las instalaciones, aunque su previsión es producir 5.000 unidades anuales, cuando las actuales instalaciones tienen capacidad para 200.000 vehículos.
El sector considera clave la construcción de una o dos fábricas de baterías en territorio español para que España pueda mantener su papel como segundo fabricante de vehículos de Europa. El secretario general de Industria, Raül Blanco, avanzó hace unos meses que España tiene capacidad para erigir dos instalaciones de este tipo, que requieren de fuertes inversiones, superiores a los mil millones de euros. El Gobierno anunció que destinará hasta 10.000 millones de euros de los fondos Next Generation a automoción, el 14% del total, aunque parte de los fondos de esas partidas corresponden a ámbitos como el hidrógeno renovable o la adaptación de entornos urbanos y metropolitanos.
El Ejecutivo ha intentado atraer su construcción mediante contactos con la asociación china EV100, y mediante la participación en la Alianza Europea de la Batería, mediante la cual, por ejemplo, Opel y Total están construyendo una gigafactoría en Alemania y otra en Francia. Precisamente ayer, la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, visitó las instalaciones de Power Electronics en Valencia. La compañía lidera la denominada Alianza Valenciana de Baterías, que pretende instalar otra gigafactoría en la comunidad, así como la creación de un centro de investigación de soluciones de almacenamiento. Además, hay dos proyectos para extraer litio en la provincia de Extremadura, pendientes de obtener los permisos definitivos.
