Cuando se cumple ya un año desde el inicio de la pandemia, Pedro Sánchez sigue deshojando la margarita sobre si debe o no seguir el camino de nuestros socios europeos y atender la petición de auxilio de millones de pymes y autónomos con ayudas directas. El tejido productivo se desangra y reclama inyecciones económicas a fondo perdido que insuflen oxígeno a los negocios, sobre los que cae como una losa un problema de solvencia que puede derivar en un dramático escenario de cierres y despidos. Muchos empresarios llevan meses usando sus ahorros para pagar impuestos y facturas.
El Covid ya se ha llevado por delante más de 100.000 empresas, el paro ha superado los cuatro millones y se han quedado por... Ver Más