La asociación que trata de que se institucionalice el 31 de enero como “Día de los Tercios”, para conmemorar a estas unidades de infantería española de los siglos XVI y XVII, impulsó hace un par de años la idea de levantar un monumento a los Tercios.
El proyecto por ahora no ha avanzado como sí ha ocurrido, por ejemplo, con una estatua de la Legión. Pero los artistas que está detrás tienen clara la idea. El pintor Augusto Ferrer-Dalmau ya tiene un boceto definitivo, con el que el escultor Salvador Amaya esculpirá en barro las figuras (de casi tres metros de altura) para luego fundirlas en bronce.
Se trata de una composición de varias figuras típicas de los Tercios, acompañadas de un perro: un piquero, un arcabucero, un soldado que sostiene la bandera, y el que parece el capitán, con la espada y la daga vizcaína desenvainadas, todos ellos en actitud de alerta, esperando al enemigo.