Mientras otras compañías han permitido a sus trabajadores total flexibilidad para acudir a su puesto de trabajo y otras ni siquiera han vuelto a la presencialidad desde que se puso fin al primer confinamiento, varias empresas asentadas en estos rascacielos madrileños están siendo menos permisivas con el trabajo en casa de sus empleados.
El Chivato ha podido saber que compañías como PwC (PriceWaterhouseCoopers) ha decidido que su plantilla acuda a la sede cuatro días de los cinco que tiene la semana laboral. Este hecho y las medidas de seguridad implantadas para impedir contagios provocan un colapso en los edificios que están totalmente ocupados por oficinas y a los que todo el mundo accede en hora punta: las nueve de la mañana. Las colas en la entrada duran más de diez minutos para poder acceder al recinto a través de los tornos cumpliendo con la preceptiva distancia de seguridad.
Para guardar también las medidas sanitarias en el comedor, la compañía les obliga a escoger una hora determinada por persona y a sentarse en mesas unipersonales en las que disponen de 25 minutos para comer. Algunos trabajadores han mostrado su enfado porque estas compañías no den alternativa a los empleados que podrían realizar su labor completa desde casa.
El Chivato ha conocido también que se produce el mismo colapso a la salida del recinto en la zona de ascensores. Por las restricciones sobre el número de personas que pueden utilizarlo a la vez, algunos empleados llegan a esperar en una planta más de veinte minutos para poder llegar hasta la planta baja. Este supuesto teletrabajo, que más parece una “ficción” según los afectados, mantiene a una parte del personal muy enfadado.