Las 1.600 discotecas que todavía existen en Francia han propuesto al Gobierno de Emmanuel Macron convertirse en centros de vacunación, ofreciendo un servicio público de urgencia cuando están amenazadas de muerte clínica muchas de ellas.
El 99% de las discotecas francesas están cerradas desde marzo del 2020. Muchas de ellas se benefician, desde hace meses, de una ayuda mensual de unos 15.000 euros, para intentar a afrontar la crisis global del sector de la vida nocturna, que tiene actores de muy diversa índole.
La prolongación indefinida de la crisis es una amenaza creciente para la improbable supervivencia de muchos establecimientos nocturnos. Ante la imprevisible evolución de la crisis, el Sindicato Nacional de Discotecas y Lugares de Ocio Nocturno (SNDLON) ha dirigido al Ejecutivo de Emmanuel Macron una invitación que su presidente, Patrick Malvas, presenta de este modo: «Nuestro sindicato agrupa a la gran mayoría de las discotecas francesas. Pensamos que podríamos ser muy útiles reconvirtiéndonos, temporalmente, en centro de vacunación de urgencia en todo el territorio nacional. Los poderes públicos, las administraciones locales y regionales, las alcaldías, pueden dirigirse a nuestros asociados: estamos a su servicio y podemos ayudar a acelerar el proceso de la vacunación nacional».
El SNDLON se considera capaz de respetar todas las medidas de higiene, distanciamiento y seguridad sanitaria
Durante los años 80 del siglo pasado existían en Francia, oficialmente, poco más de 4.000 discotecas. A primeros del 2020, cuando comenzó a propagarse la pandemia solo existían oficialmente 1.600 establecimientos calificados como discotecas, aunque el número exacto quizá sea mucho mayor.
