¿Puedo enviar comida por correo, de todas clases? ¿Bebidas, frutas y verduras? La respuesta es sí, se puede enviar comida, pero no toda. En el artículo nos referimos a los envíos y servicios de paquetería entre particulares, cuyas normativas y prohibiciones son distintas a las de las empresas y profesionales. También es importante hacer una distinción entre envíos nacionales o internacionales.
En los primeros, las posibilidades son mayores, o las restricciones son menos, ya que no se cruza ninguna frontera. Ello no significa que esté todo permitido, ya que el envío de comida, más allá de los problemas en el simple envío, puede comportar otro tipo de riesgos, fundamentalmente de tipo sanitario. También es importante revisar la lista de artículos prohibidos de la empresa de mensajería porque cada una tiene unas limitaciones concretas que deberemos revisar para evitar problemas.
Además de las restricciones a las mercancías consideradas peligrosas, como las inflamables -material pirotécnico, por ejemplo-, tampoco pueden enviarse alimentos perecederos, es decir, aquellos que necesitan que se conserven a una temperatura determinada (frutas, verduras, huevos, pescado o carne). La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) define un envío como perecedero si su contenido se deteriora después de un cierto periodo de exposición a condiciones ambientales rigurosas, como temperatura o humedad excesivas.
En muchos casos, el medio de transporte no cumple con las exigencias de conservación que requieren ciertos alimentos perecederos, de ahí que su transporte no sea posible porque lo más probable es que lleguen a su destino sin las garantías sanitarias necesarias. No puede enviarse, por tanto, alimentos que tengan una fecha de caducidad inferior a 10 días y que necesiten condiciones específicas de temperatura.
La mayoría de las empresas de mensajería tampoco aceptan el envío de comida en táper. Otro artículo prohibido son las bebidas alcohólicas, con independencia de su graduación. Correos tampoco acepta el envío de sustancias tóxicas e infecciosas como pesticidas, químicos agrícolas, bacterias o virus y de otros productos, entre los que se incluye el dióxido de carbono sólido, es decir, el hielo seco, porque está considerado un material peligroso y requiere un manejo especial.
En el ámbito europeo tampoco pueden enviarse alimentos que no estén envasados o sin etiquetar. En envíos fuera de la Unión Europea, no están permitidos alimentos de ningún tipo, bebidas alcohólicas, así como artículos de origen animal y vegetal, debido, sobre todo, a la existencia de distintas normativas y restricciones en los diferentes países.
Es importante, antes de hacer un envío, informarnos de las restricciones que impone cada gobierno en materia de alimentación. Algunos países son muy exigentes, y pueden llegar a reclamar permisos especiales. Alimentos como quesos curados, conservas, turrones o chocolates suelen entrar sin problema en algunos países.
Estados Unidos, por ejemplo, prohíbe la entrada de productos cárnicos perecederos como jamón serrano o chorizo, así como cualquier producto que se haya elaborado con carne. Las latas de cocido o de fabada, por tanto, están prohibidas. También en EE.UU. hay una condición que obliga a pagar si el paquete de la comida supera los 5 kilos.
En este caso, el pedido puede ser cancelado de forma automática; el transportista puede retenerlo e incluso destruirlo, cargando todos los gastos a la persona que ha ordenado el envío.
Latas de conserva, alimentos envasados al vacío, comida en sobre o pasta cruda son los que pueden enviar a la mayoría de países, con las excepciones arriba explicadas. Así, no podremos enviar una pata de jamón serrano, tal cual, pero sí paquetes de lonchas envasadas al vacío, salvo que lo enviemos a Estados Unidos, por ejemplo. Por tanto, los alimentos enlatados son una buena alternativa. En el caso de que haya recipientes de cristal, es importante indicarlo: "frágil".
Una vez nos hayamos informado de los alimentos que sí podemos enviar y los que no, es importante prestar atención a otros aspectos como el embalaje y el etiquetado. El embalaje deberá ser lo suficientemente grande como para que nos quepa con comodidad toda la comida, pero teniendo en cuenta también que no sobre mucho espacio para que no se mueva en exceso y puedan provocarse daños en la estructura de la caja.
El envasado al vacío permitirá que, si durante el transporte se producen cambios de temperatura, esta aguante mejor las condiciones. Un buen envasado al vacío es una garantía de que llega en buenas condiciones sanitarias. En el caso de enviar botellas o comida en frascos de vidrio, los productos deben ir recubiertos de forma individual y acolchados, con papel de burbujas y material acolchado para evitar posibles movimientos y golpes durante el viaje.
Además, la caja debe llevar especificado el tipo de contenido que contiene de manera que los responsables del transporte sepan donde colocarlos para minimizar posibles impactos. También es importante asegurarse que la compañía pueda realizar el envío en el menor tiempo posible. Los plazos de entrega en estos casos son primordiales, así que es mejor optar por una empresa que realice el servicio en un máximo de 24 horas.
Algunas empresas incluso tienen servicios de transporte con camión frigorífico para cierto tipo de envío. Si es este el caso que necesitamos, deberemos asegurarnos de que la empresa que elegimos puede ofrecernos este servicio. Por ejemplo, una flota especializada que mantiene la cadena de frío durante todo el transporte (entre 2ºC y 8ºC).
