La importancia estratégica de la región mediterránea para la Unión Europea está fuera de toda duda. Nuestros lazos y cooperación con nuestros socios del Sur se han fortalecido a lo largo de los años, apoyados por los Acuerdos de Asociación y otros instrumentos que todavía tienen el potencial para ofrecer más.
Al conmemorar el 25º aniversario del Proceso de Barcelona, iniciado en 1995 para reforzar la cooperación entre ambas orillas del Mediterráneo, también reflexionamos juntos sobre cómo queremos impulsar las prioridades de nuestra colaboración en los próximos años, en vista de los desafíos y oportunidades actuales.
La década pasada fue turbulenta: cambios democráticos tras los levantamientos de 2011, crisis políticas y socioeconómicas, conflictos en Siria, Libia y la falta de una solución en el proceso de paz de Oriente Medio, desigualdades alarmantes y una crisis ambiental inminente como resultado del cambio climático.
A estos desafíos se ha sumado la pandemia de la COVID-19, que está afectando gravemente a las economías, en particular en lo que respecta al comercio exterior, el turismo y la juventud. La Unión Europea ya ha puesto sobre la mesa un primer lote de más de 2.300 millones de euros para ayudar a nuestros socios del Sur del Mediterráneo a atender las necesidades inmediatas en el sector de la salud y a mitigar las repercusiones socioeconómicas de la pandemia.
Cualquier gestión de crisis sólo puede tener éxito si se comparte con los vecinos. Un principio que esta Comisión se toma en serio. Debemos fortalecer nuestra cooperación bilateral y regional con la Vecindad Sur para gestionar mejor los desafíos sistémicos e impulsar el desarrollo y la recuperación económica.
La creación de economías y sociedades más resilientes en todas partes es un interés común para Europa y para nuestros vecinos. Necesitamos una Vecindad Sur que surja de la crisis como un lugar privilegiado para las inversiones, que ofrezca crecimiento y empleo de manera sostenible y que proporcione sociedades más fuertes que den esperanza y oportunidades a las jóvenes generaciones para encontrar su futuro en la región.
Por eso estamos preparando una estrategia de desarrollo económico específica para nuestros vecinos del Sur, que se basará en el nuevo presupuesto a largo plazo de la UE. Nuestro plan se construirá junto con nuestros socios, reflejando las necesidades y especificidades de cada uno de ellos.
Por ejemplo, la interrupción de las cadenas de valor mundiales a causa de la pandemia ha abierto la oportunidad de una regionalización de la producción y de cadenas de valor más cortas para los productos estratégicos, lo que puede beneficiar a las regiones del Sur y proporcionar empleo a los jóvenes.
La digitalización también ofrece oportunidades nunca vistas hasta ahora, para las empresas - especialmente las pequeñas y medianas empresas - y para la prestación de servicios públicos. Una revisión de las prioridades de la política comercial de la Unión Europea en la región apoyaría aún más este proceso.
Ayudaremos a construir economías que funcionen para las personas, en particular para los jóvenes. Si bien la digitalización ofrece a las PYMES oportunidades para innovar y crecer, también tiene consecuencias para los requisitos de capacitación de los trabajadores. Queremos ayudar a aumentar las oportunidades de educación y formación profesional en la región euromediterránea para garantizar que las competencias se ajusten a las necesidades del mercado laboral.
Trabajaremos juntos para movilizar al sector privado de ambas orillas del Mediterráneo para que nos ayude a responder a las necesidades del mercado y a promover nuevos modelos de negocio en toda la región del Sur del Mediterráneo.
Un futuro en el que se pueda proporcionar un desarrollo sostenible y equilibrado, así como la igualdad de oportunidades para todos mitigará la necesidad de emprender viajes peligrosos en busca de un futuro mejor, para luego caer en manos de los traficantes y la delincuencia organizada.
Al mismo tiempo, nuestra renovada asociación también hará hincapié en ámbitos como la justicia y el estado de derecho en un sentido más amplio, la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, el papel de los medios de comunicación independientes y la sociedad civil y la prevención de la radicalización que conduce al extremismo violento. Esto sustentará nuestros objetivos económicos.
Nos mantendremos en contacto con nuestros socios y seguiremos trabajando estrechamente con la Unión por el Mediterráneo (UpM), un marco intergubernamental euromediterráneo mejorado que, desde 2008, ha proporcionado una plataforma privilegiada para promover el diálogo y la cooperación entre Europa y sus vecinos del Sur, la creación de una zona de paz y estabilidad, el progreso económico compartido, los principios democráticos y los derechos humanos.
Sólo trabajando juntos podemos asegurar la prosperidad y la estabilidad para todos nosotros, respetando plenamente nuestros intereses y responsabilidades mutuas. Somos socios que se enfrentan a retos compartidos, trabajando por los mismos objetivos.
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Olivér Várhelyi es Comisario Europeo de Vecindad y Ampliación
