La Audiencia Nacional ha condenado a penas de hasta dos años de prisión a seis exdirectivos de Abengoa en Brasil como autores de un delito de apropiación indebida al hacerse pagos a sí mismos sin justificación, por importe superior a los...
La sección cuarta de la sala de lo Penal recoge el acuerdo de conformidad alcanzado entre la Fiscalía Anticorrupción y los acusados, a los que aplica las atenuantes de reparación del daño y de confesión tardía tras admitir su participación en los hechos y mostrar su pleno arrepentimiento.
Los magistrados recuerdan que el grupo Abengoa, en calidad de perjudicado, ha alcanzado además un acuerdo de satisfacción extrajudicial y ha sido indemnizado de manera íntegra por los acusados, motivo por el que ha renunciado a emprender acciones tanto penales como civiles.
La sala impone dos años de cárcel a Juan Taín, como director general de Abengoa Bioenergía Agroindustria; un año y once meses al que fuera director de recursos humanos Luis Rafael Mazotti, y 1 año y 9 meses a los otros cuatro exdirectivos, Roberto Potenza, Javier Ramos, Fernando García y Carlos María Gambar.
Según la sentencia, entre enero de 2011 y agosto de 2013 los acusados, que ocupaban puestos directivos en las sociedades con las que Abengoa desarrollaba su actividad en Brasil, se hicieron "pagos a sí mismos que carecían de toda causa o justificación".
De este modo, incrementaron "de manera fraudulenta las retribuciones que percibían por su trabajo, ocultándolo a sus superiores, y apartándose de las normas y protocolos internos que debían seguirse para adoptar decisiones de ese tipo".
Para lograr hacerse con este dinero, Juan Taín como director general de Abengoa Bioenergía Agroindustria, indicaba a Luis Rafael Mazotti, como director de Recursos Humanos, el importe a abonar y este, a su vez, lo comunicaba a la entidad bancaria a través de la cual cada uno cobraba su retribución del grupo Abengoa.
Dicho pago, señala la Sala, no había sido aprobado con arreglo a las normas y protocolos que regían la actividad interna de todo el grupo, y no era conocido por los responsables de la multinacional española, que debían saberlo y aprobar la operación.
A tenor de los magistrados, los condenados "trataron de justificar esos incrementos fraudulentos de la retribución indicando que se trataba de pagos de bonos extraordinarios por diferentes motivos -como la puesta en marcha de la nueva capacidad de la planta de producción-" sin que en ningún caso "hubieran sido autorizados ni conocidos" por Abengoa.
Por medio de esta fórmula, Taín percibió 1,2 millones de euros; García, 493.717 euros; Ramos, cerca de 450.000 euros; Mazzotti, 418.900 euros; Potenza, 338.376 euros; y Gambaro, 350.484 euros.
